Con el programa Verano Divertido, que busca dar continuidad al esquema de clases en línea y por televisión Aprende en Casa, creado por la Secretaría de Educación Pública tras la suspensión de actividades escolares por el Covid-19, se está generando más hartazgo y cansancio entre los alumnos y padres de familia, señalaron maestros y directores de educación básica.

En entrevista con La Jornada, indicaron que el mantener horarios y actividades específicas, “no ayuda a romper con la rutina que generó el programa Aprende en Casa, el cual, señalaron, no sólo representó cargas excesivas de trabajo, también mucho estrés por terminar con las actividades y cuestionarios.

Los educadores recomendaron que más allá de seguir una programación en televisión o por Internet, se deben realizar juegos y actividades lúdicas, que permitan a los niños expresar sus emociones y frustraciones.

Francisco Bravo, director de la escuela primaria Leonardo Bravo, destacó que previo al cierre del ciclo escolar 2019-2020, que concluyó este viernes, se acordó con los maestros y padres de familia enviar una serie de actividades optativas a los alumnos, para que las realicen sin ninguna presión, en los que sugerimos ver películas, cantar en familia, representar una obra de teatro, contar sus experiencias sobre la emergencia sanitaria y sobre todo, abrir espacios de escucha para niños y adolescentes.

Profesores frente a grupo en escuelas primarias de las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa, consideraron que el programa Verano Divertido, en el que se transmitirán hasta el próximo 7 de agosto actividades de lectura, contenidos educativos y cápsulas de activación física y musicales para alumnos de prescolar a bachillerato, no tiene el mismo seguimiento que las clases en línea, en parte porque muchos padres señalan que los niños están cansados de estar frente al televisor.

Pedro Romo y Julieta Ramos, maestros de primaria, coincidieron en que más que contenidos en Internet o televisivos, lo que necesitan nuestros alumnos son formas creativas de entretenimiento, porque muchos habitan en viviendas pequeñas, con muchos adultos y hay poco espacio para jugar, pero no por eso no podemos dejarlos abandonados frente a una pantalla.

Guadalupe Segura, maestra de prescolar, recordó que los niños menores de cinco años requieren del juego como una herramienta de aprendizaje. No todo está en un video que pueden seguir desde una pantalla de celular o televisión. Es indispensable despertar su imaginación con las cosas cotidianas que hay en casa, jugar con ellos y viajar a su mundo imaginario.