Lunes 22 de junio de 2020, p. 8
En la construcción y puesta en marcha de la primera fase del Tren Maya hay 130 impactos ambientales adversos, aunque la mayoría de ellos cuentan con medidas de mitigación, señaló Fonatur en la manifestación de impacto ambiental (MIA) que presentó para su evaluación a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. En su operación, al año emitirá casi 431 mil toneladas de dióxido de carbono por la combustión a diésel, equivalente a las emisiones de 125 mil autos.
En el documento de alrededor de 2 mil páginas indica que la inversión requerida para esta fase es de 44 mil 281 millones de pesos de recursos públicos. Se prevé que los trabajos comiencen en octubre próximo, serán tres años de construcción, para que en noviembre de 2023 comience a operar. Su vida útil es de 50 años, aunque con mantenimientos sería más tiempo.
La fase uno del Tren Maya, con una extensión de 631 kilómetros, es en regiones de Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán, interconectará las principales ciudades y sitios turísticos de la península.
Esta etapa incluye 13 estaciones, un tren de velocidad media de tracción a diésel, aunque posteriormente sería mixto (diesel y eléctrico), al año estima emisiones al aire de 431 mil toneladas de dióxido de carbono, por el consumo de 166 millones de litros de combustible.
La MIA indica que los principales impactos ambientales se presentarán en la etapa de preparación del sitio y construcción, por el desmonte y limpieza del sitio, lo cual elevará la emisión de partículas. Reconoce, que, por ejemplo, la reducción de cubierta forestal disminuye la superficie habitable para la fauna, se podría dar la fragmentación de hábitats, se afectarían corredores biológicos. El documento plantea 40 pasos de fauna.
De la vegetación existente en el trazo del proyecto, prevé que se removerán 6 mil 637 árboles, mientras que de arbustos serán 2 mil 691, y del estrato herbáceo serán mil 700. Agrega que se modificará el paisaje de la zona.
El documento describe que el Sistema Ambiental Regional en la Selva Maya, tiene una extensión de 100 mil kilómetros cuadrados, donde se alberga aproximadamente el 7 por ciento de las especies del planeta y alrededor del 5.7 por ciento de los vertebrados, aproximadamente el 75 por ciento de su cubierta vegetal se ha perdido en las últimas décadas debido a la deforestación, proceso que continúa hasta la fecha
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Refiere que hay una tendencia de pérdida de ecosistemas, aunque existen áreas de importancia ambiental decretadas para la conservación de comunidades y ecosistemas sensibles como parte de la estrategia nacional para la conservación de la biodiversidad.
Asegura que el proyecto no ocasionará impactos ambientales que produzcan desequilibrios que afecten la existencia del hombre y otros seres vivos, la integridad y continuidad de los ecosistemas y los servicios ambientales
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