Martes 23 de junio de 2020, p. a11
Las lesiones y falta de apoyo hicieron pensar en el retiro al saltador Alberto Álvarez sin darse la oportunidad de conseguir la marca a los Juegos Olímpicos de Tokio, poco antes de que comenzara la pandemia del coronavirus.
El primer mexicano finalista olímpico en la prueba de salto triple con un noveno lugar en Río 2016 cambió la perspectiva y lanza el reto de que si clasifica a la justa japonesa, ya sea por marca o ranking, significará un logro personal
para el joven abogado de Chetumal.
Casi año y medio sin competir debido a las lesiones que sufrió en la pierna izquierda con dos desgarros y luego la rodilla derecha lo tenían con mucha angustia y preocupación, porque si no tenía resultados sabía que le retirarían los apoyos, como finalmente sucedió al causar baja del Fondo del Deporte para el Alto Rendimiento (Fodepar).
“El doctor Raúl Carrillo (director de medicina y ciencias aplicadas de la Conade) me dijo ‘ya no saltes, tienes una pequeña fisura en el menisco’, y durante siete meses me dio inyecciones de colágeno para la rodilla. No lo reportó y me sacaron del programa”, dice Alberto.
En el Instituto del Deporte de Nuevo León, entidad a la que representa, también le fue mal. Le quitaron la beca por decisión de un metodólogo cubano de Conade, quien le mandó un correo electrónico de que no iba a lograr llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Esa falta de apoyo y credibilidad te hace pensar muchas cosas. No soy un atleta que peleé, pero eso me motivó a regresar al atletismo, aunque me hayan quitado las becas.
“Tengo la misma sensación de cuando fui a Río, sin nada, más que el apoyo de mi familia, como estoy actualmente. Tenía cuatro patrocinadores, sólo me queda Nike, y de lo que he ahorrado, si lo administro bien me alcanzará para estar en el Campeonato Nacional de 2021.
Ir a Tokio ya no es un sueño, es un deseo y un reto personal, para que cuando tenga a mis hijos les platique todo lo que pasé. Es otro salto que me falta, sé que puedo y lo voy a hacer
, asevera Álvarez, quien desde hace dos meses entrena en una bodega prestada que tiene una caminadora, barras, y estoy haciendo cajones
.
En marzo, el saltador participó en la Copa Nuevo León y realizó una marca de 16.45 metros. Se alistaba para irse a Texas en abril, donde competiría con los mejores en su especialidad. Una semana antes todo se canceló por el coronavirus. Álvarez tiene como mejor marca 16.99 y para ir a Tokio piden 17.10.