Los Ángeles. En Nueva York, Joel Schumacher, quien decoraba escaparates antes de llevar a la gran pantalla El primer año del resto de nuestras vidas y conducir a la franquicia de Batman a su territorio más barroco, falleció de cáncer a los 80 años, informó su publicista.

Originario de esa ciudad, Schumacher fue sensación en el mundo de la moda tras estudiar en la Escuela de Diseño Parsons y decorar aparadores de la tienda de lujo Henri Bendel. Después fue diseñador de vestuario en Hollywood en los años 70, como en Interiores de Woody Allen, en 1978, entre otros filmes.

Sobre su vida, Schumacher declaró este año a la revista Nueva York: La calle fue mi educación.

En ese entonces podías andar en bicicleta por el Puente de Queensboro, así que iba a todas partes. Estaba en Manhattan todo el tiempo y en todas partes en Queens. Si eres un chico en bicicleta todo puede pasar, y los depredadores salen de todas partes. Yo me veía muy inocente, pero no era, subrayó el realizador.

El éxito de su debut, El primer año del resto de nuestras vidas, con Rob Lowe, Demi Moore, Emilio Estevez y Ally Sheedy, lo convirtió en director solicitado de Hollywood. Tras esta cinta llegó la comedia de vampiros Los muchachos perdidos, en 1987.

Luego de películas como Línea mortal y Tiempo de matar, Schumacher heredó la dirección de las cintas del universo DC de Tim Burton.

Su versión estridente de Batman resultó en Batman por siempre (Batman Forever), de 1995 y Batman y Robin, de 1997. Ambas cintas fueron atacadas por críticos y fanáticos, que se opusieron a los pezones en el traje del héroe.

En una entrevista en 2017, Schumacher dijo a Vice que quería disculparse con todos los fans que se sintieron decepcionados, asegurando que se sentía como si hubiera asesinado a un bebé.

Schumacher también dirigió los thrillers Tigerland y Phone Booth (Enlace mortal) así como El fantasma de la ópera.

Entre sus últimos trabajos, dirigió dos episodios de House of Cards de Netflix, en 2013.