De nueva cuenta, se aleja la posibilidad de que los mexicanos contemos con una cédula de identidad –única y con datos biométricos– que nos permita acreditarnos con un solo documento en todos los trámites, como ocurre en muchos países.

Esta vez, la pandemia y los eventuales recortes presupuestales en el contexto del programa de austeridad detuvieron el proyecto gestado en esta administración.

Así lo confirmaron funcionarios de la Secretaría de Gobernación (SG), quienes señalaron que si bien ha habido avance importante en los registros civiles, la cédula, con los mecanismos tecnológicos de última generación, similares al código fiscal, es un plan por lo pronto suspendido.

El proyecto para generar la clave con biométricos sí está actualmente suspendido. En este momento estamos viendo si hay viabilidad financiera o no. Esto dependerá de si al término de la pandemia hay disponibilidad de recursos, aseveró Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la SG.

En cuanto a los registros civiles, el subsecretario expuso que hay avance significativo, porque la principal preocupación en medio de la emergencia sanitaria por coronavirus fue el cierre de estas oficinas, lo cual afectaría no sólo la generación de actas de defunción, sino también la de nacimientos.

No obstante, a partir de un acuerdo integral con gobernadores, se aplicaron acciones extraordinarias e incluso de gratuidad, y no ha habido rezago.

Debido a la contingencia, 19 direcciones estatales del registro civil (59 por ciento) operan con personal reducido, tres (9 por ciento) no dan atención directa al público y 10 (31 por ciento) funcionan de manera remota.

La mayoría (83 por ciento), esto es, 4 mil 400 oficiales civiles en todo el país, brindan servicio, principalmente para nacimientos y defunciones, gracias a la coordinación emergente con registros, hospitales, servicios forenses y disposición de base de datos.

En tanto, la Clave Única del Registro de Población (CURP) se puede tramitar por Internet. Sin embargo, la cédula o clave de identidad tendrá que esperar un poco más, pese a que es un proyecto truncado por décadas.

En los dos sexenios anteriores se invirtieron miles de millones de pesos para este fin, que no ha fructificado.