Investigadores agrícolas hicieron un llamado a los legisladores a no aprobar la reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales porque la iniciativa no se ha conocido ni discutido ampliamente, además de que prohíbe a los campesinos e indígenas vender o intercambiar las semillas obtenidas de sus cosechas y los quieren obligar a comprarlas en cada ciclo productivo.

Aunque el texto fue retirado la semana pasada, persiste el riesgo para productores, campesinos e indígenas, indicaron en un documento Rafael Ortega, de la Universidad Autónoma de Chapingo; Fernando González, del Colegio de Posgraduados; Flavio Aragón, del Inifap de Oaxaca, y Carlos Ávila, de la Universidad Veracruzana, entre otros expertos.

Precisaron que actualmente sólo 20 por ciento de los agricultores compran semillas a las empresas y, de aprobarse esta legislación, se afectaría la economía del país por el pago de grandes sumas de dinero en el pago de importación y por derechos de producir en México las variedades registradas por empresas extranjeras.

Agregaron que a los fitomejoradores mexicanos que generan nuevas variedades tendrían que contar con permiso de esas compañías y pagar altas sumas por regalías. No es cierto que las reformas propuestas los beneficien, sólo favorecen a las grandes empresas semilleras y de agroquímicos.

Indicaron que el medio ambiente sufriría mayor contaminación y deterioro por el aumento del uso de paquetes tecnológicos agresivos, ya que junto con las semillas de las sociedades promueven el uso intensivo de fertilizantes y químicos. Por otro lado, hay que recordar que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales busca cancelar el uso de esos productos por daños a la salud y al entorno.

En el documento, los expertos advirtieron que varios diputados y funcionarios de las secretarías de Economía y Agricultura impulsan la aprobación de las reformas bajo el argumento de que México se comprometió con ellos en la firma del tratado transpacífico y del T-MEC, pero son perjudiciales para el país.