Se precariza el trabajo
Miércoles 1º de julio de 2020, p. 23
En mayo pasado un millón 900 mil personas se encontraban desempleadas, aunque buscaron activamente un espacio de trabajo; 19 millones 400 mil más no buscaron, pero estaban al tanto de que necesitaban una fuente de ingresos laborales, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La subocupación y la informalidad han sido los principales diques para contener la pérdida de espacios de trabajo que implicaron las crisis de salud y económica por la pandemia de Covid-19 en México y que dejaron a más de 12.5 millones de personas fuera del mercado de trabajo, mismas que no han vuelto a laborar.
En el quinto mes del año, 2 millones de personas se unieron a la subocupación, es decir, tienen una jornada laboral menor a la que necesitan o quisieran para generar ingresos. Con 13 millones de personas trabajando en esa condición, la tasa se ubicó en 29.9 por ciento, cifra 4.5 por ciento mayor a la de abril, cuando se reportó la afectación masiva a las condiciones de trabajo.
En la informalidad se ocuparon 22.6 millones de personas, es decir, 51.8 por ciento de la población ocupada, cifra mayor en 4.1 por ciento a la de abril, revela la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), instrumento emergente para dar seguimiento a los indicadores de trabajo en medio de la contingencia sanitaria.
De igual forma, el Inegi reportó que la mayor escasez de empleo en la actual coyuntura se concentra en personas de 25 a 44 años; 41.9 por ciento de quienes buscan trabajo se encuentran en ese rango de edad.
Le siguen los de 45 a 64 años, con 34.9 por ciento. No obstante, frente a abril, el primer grupo disminuyó 7.3 por ciento y el segundo aumentó 13.3.