Hermosillo, Son., Al menos 20 empleados del Centro de Atención Regional (CAR) Noroeste de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han resultado positivos a Covid-19 y obligados a laborar sin medidas sanitarias adecuadas, denunciaron trabajadores temerosos de ser contagiados.

Desde el 15 de junio, José Luis Echeverría, director del CAR Noroeste, solicitó vacaciones y dejó a cargo a José Ramón Esquer, quien, con más de 240 trabajadores en tres turnos, se ha negado a aplicar medidas que contengan la cadena de contagios.

En forma anónima, empleados expusieron que desde el inicio de la pandemia han carecido de insumos para evitar contagiarse, como desinfectante, gel antibacterial, cloro y cubrebocas.

Fuera de las oficinas, un grupo de trabajadores compartió una lista con nombre y cargo de los 20 compañeros confirmados con Covid-19. El primero en contagiarse, un ejecutivo de atención telefónica, ya se recuperó.

Acusaron que a pesar de tener síntomas, sus más de 240 compañeros son obligados a laborar en zonas sin ventilación, sin respetar la sana distancia y a compartir herramientas de trabajo.

Si alguien se siente mal o trae síntomas claros de coronavirus tiene que seguir trabajando e ir al Instituto Mexicano del Seguro Social para programar cita; hacen una encuesta, pero no siguen ningún protocolo. Ni siquiera hay toma de temperatura, expuso una de las trabajadoras telefónicas.

Los quejosos argumentaron que aun cuando su labor puede realizarse desde casa, la CFE se niega a pagarles su sueldo si lo hacen; además, la empresa no ha realizado pruebas al personal para detectar el virus.

Tras esta denuncia, personal de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud intentó ayer por la mañana realizar una inspección en el edificio, ubicado entre las calles Solidaridad y Serna de Hermosillo, pero el encargado del área de control, José Ramón Esquer, negó el acceso.

Sonora se encuentra en semáforo rojo, con 8 mil 533 contagios por Covid-19 y 870 defunciones; del total de casos 2 mil 200 corresponden a trabajadores del sector salud.

Esta situación ha complicado la atención a pacientes, pues además de no contar con el personal médico suficiente, es la entidad con menos disponibilidad de camas para atender a los enfermos.