Una mujer alojada en un campamento de migrantes en Matamoros, Tamaulipas, donde alrededor de mil 500 extranjeros y mexicanos esperan obtener asilo humanitario en Estados Unidos, enfermó de Covid-19, informó este martes el coordinador del albergue, Isaac Bencomo.

En este contexto, autoridades de la entidad no descartaron aplicar medidas restrictivas en varios municipios por el reciente incremento de casos de coronavirus en la entidad, donde la noche del lunes se confirmaron 15 fallecimientos y 348 nuevos contagiados, para un total de seis mil 523 infectados y 426 decesos.

Bencomo dio a conocer que la enferma, una mujer deportada con síntomas de Covid-19, fue la primera persona en requerir atención médica en el hospital móvil que la organización humanitaria Global Response Management instaló en el campamento ubicado en las márgenes del río Bravo.

En esas instalaciones se guarecen en condiciones precarias centroamericanos y mexicanos desplazados de los Altos de Chiapas y Guerrero o que fueron expulsados de Estados Unidos.

Agregó que tras, recibir cuidados primarios, la paciente de 35 años de edad fue canalizada al pabellón que Médicos sin Fronteras instaló en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en la carretera de Matamoros a Ciudad Victoria.

La mujer, deportada de Brownsville, Texas, a Matamoros, habría contagiado a por lo menos otros seis migrantes alojados en el refugio, quienes ya presentaron indicios de coronavirus.

El Instituto Nacional de Migración instaló filtros sanitarios para evitar nuevas infecciones en Matamoros, uno de los municipios con más transmisiones en Tamaulipas.

La secretaria de Salud del estado, Gloria Molina, adelantó que ante el aumento de muertes y contagios podrían aplicarse prohibiciones en otras localidades además de Matamoros, Río Bravo, Tampico, Madero, Altamira, Ciudad Victoria, Reynosa y Nuevo Laredo, donde recientemente se redujeron las actividades económicas.

Añadió que la ocupación en los hospitales ascendía anteayer a 65 por ciento y que estaban ocupados 35 por ciento de los ventiladores, al tiempo que se incrementan los casos en los ocho municipios donde se restringió la apertura de actividades no esenciales.

Molina acotó que los establecimientos que reabrieron en territorio estatal a 25 por ciento de su capacidad regresaron al cierre definitivo durante las próximas dos semanas, al tiempo que los sectores automovilístico, minero y de la construcción disminuyeron nuevamente a 35 por ciento.

Asimismo, en las citadas ocho demarcaciones el transporte público trabajará de manera limitada y se suspenderá el próximo fin de semana, además de que las tiendas de conveniencia pararán operaciones sábado y domingo.

En este contexto, unos 450 trabajadores de la jurisdicción sanitaria número 5, con sede en Nuevo Laredo, realizaron un paro para demandar mejores condiciones laborales, que les paguen el llamado bono Covid-19 y que sean despedidos los directivos de la circunscripción, así como empleados administrativos.