Sábado 4 de julio de 2020, p. 31
A pesar de las medidas de prevención que se deben aplicar ante la reinstalación de los tianguis luego de suspender actividades por la emergencia sanitaria, no se cumplen o se hacen parcialmente según la alcaldía en la que se ubiquen los vendedores.
Los comerciantes reconocieron que hay sitios donde es más rigurosa la vigilancia para cumplir con los protocolos establecidas, como la distancia entre puestos de metro y medio o dos, con los clientes, protección en los productos para evitar su contaminación, la instalación de mesas para los comensales, el uso de cubrebocas y de gel antibacterial.
En el de Tlacoquemecatl, ubicado en la colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez, los vendedores usan cubrebocas, caretas y se procuraba mantener el distanciamiento social entre clientes, lo cual no fue problema porque poca gente acudió al más grande de la zona.
Los comerciantes se colocaron en una sola hilera, justo a un lado de las jardineras. Los puestos se extendieron en todo el contorno de ese parque y los pequeños negocios de películas, bisutería, ropa, cosméticos, dulces y repostería, después de tres meses sin actividad, se preparaban para sus ventas.
Los de comida, frutas, verduras y carnes, esperaban que con la llegada de sus compañeros aumentaran las ventas, que han estado muy bajas. Doña María, dedicada al negocio de carnitas, recordó que antes de la emergencia sanitaria vendía en promedio 10 cajas de 24 refrescos y terminaba toda su carne, pero ahora tan solo una reja le ha resultado imposible; lo mismo ocurre con otros negocios.
Sin embargo, no todos tuvieron la misma oportunidad: los vendedores que se instalan dentro del Centro Urbano Presidente Alemán no lograron hacerlo por estar adentro del conjunto habitacional.
En Coyoacán, el escenario es diferente, comentó Arturo, vendedor de sartenes, jaladores, cubetas y utensilios de limpieza, porque pese a la prohibición muchos empezaron a instalarse antes por la falta de ingresos. Además, en este tianguis de la colonia Parque San Andrés sólo algunos puestos colocaron los plásticos de protección en sus negocios, mientras en zonas como Santa Úrsula, comentó, están como si no pasara nada.
Los comerciantes manifestaron que no pueden obligar a sus clientes a usar cubrebocas o caretas, pues en este momento no los quieren incomodar.