Domingo 5 de julio de 2020, p. 5
Hasta el pasado 4 de junio, en las diversas cárceles del país se registraron 395 casos confirmados acumulados de contagio por Covid-19, los cuales fueron posibles en buena medida por las condiciones de precariedad que históricamente
ha habido en el sistema penitenciario, las cuales generan hacinamiento y falta de respeto de los derechos básicos de los internos, advirtió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
De acuerdo con un informe especial del organismo público sobre el estado de las prisiones en el contexto de la emergencia sanitaria por la pandemia –elaborado por su Tercera Visitaduría–, además de los casos confirmados, hay 232 sospechosos, 77 recuperados, 59 muertes confirmadas por Covid, 39 defunciones sospechosas y tres riñas o motines generados por las medidas de seguridad ante el virus.
El estudio inició el pasado 20 de abril y para llevarlo a cabo se le dio seguimiento durante dos meses a los casos sospechosos de contagio, positivos y defunciones dentro de todos los centros penitenciarios estatales, federales y militares del país.
En lo que se refiere a casos confirmados de Covid-19 en penales estatales, el primer lugar lo ocuparon las cárceles de Puebla, donde se ubicaron 92 episodios de contagio, equivalentes a una cuarta parte del total. En el conteo, le siguieron Jalisco (69 casos), Ciudad de México (58), Chihuahua (57), Yucatán (16), estado de México (15) y Oaxaca (13).
Puebla, con peores condiciones carcelarias
De acuerdo con el estudio, Puebla es una de las entidades federativas con peores condiciones carcelarias, pues de los 22 centros de reclusión que hay en dicho estado, 12 están sobrepoblados. La capacidad instalada en todas las prisiones estatales es de 6 mil 12 presos, pero actualmente hay 7 mil 916, lo que equivale a 31.7 por ciento de sobrepoblación.
En tanto, en las cárceles federales hubo 37 expedientes positivos, 30 de los cuales corresponden al Penal de El Salto, Jalisco, seguido del de Villa Aldama, Veracruz (5), Almoloya de Juárez, estado de México (uno) y Huimaguillo, Tabasco (uno).
La mayoría de los casos confirmados corresponde a internos del sexo masculino, ya que del total de registros en todos los tipos de reclusorios, sólo tres fueron de mujeres.
Las condiciones precarias que históricamente han arrastrado los centros penitenciarios pueden generar contextos desalentadores, traducidos incluso en un número considerable de muertes ante un sistema penitenciario abandonado
en prácticamente todos los sentidos, indicó la CNDH en su estudio.