El proyecto de rehabilitación de las vías del Tren Transístmico debe tomar en cuenta los resultados de la consulta indígena, la cual está suspendida debido a la pandemia, pero en breve se reanudará, y se debe establecer diálogo en las comunidades para incorporar al plan las conclusiones que salgan del ejercicio ciudadano, sostuvo Benjamín Berlanga, jefe de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Explicó que la consulta ha avanzado en el contacto con las comunidades, la fase de acuerdos previos y las asambleas informativas, donde los pobladores manifiestan sus inquietudes. Comenzó la pandemia y el proceso se detuvo, por lo que aún falta la fase deliberativa. Se procesaron sus inquietudes en cuanto a las afectaciones probables en los 132 kilómetros, como el establecimiento de programas de protección civil, los pasos naturales, es decir, requerimientos.

Esta fase del proyecto, cuya Manifestación de Impacto Ambiental la Semarnat autorizó con 18 condicionantes y siete términos, es la ruta del tren de 132 kilómetros que van del poblado Medias Aguas, Veracruz, y culmina en Asunción Ixtlaltepec, Oaxaca. Abarca los municipios Sayula, San Juan Evangelista y Jesús Carranza en Veracruz y Matías Romero en Oaxaca.

En entrevista, señaló que la dependencia estableció como condicionante que en la vigilancia am-biental participe un supervisor de una institución de educación superior, autónomo a la empresa, y estará acompañado de un comité, en el que colaborarán académicos, autoridades tradicionales y representantes de las comunidades afectadas de la región.

Esto precisó en relación con el planteamiento de organizaciones de la región de que la auditoría am-biental del proyecto correría a cargo de la empresa.

Asimismo, el supervisor ambiental deberá entregar los informes a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tanto a las delegaciones como a oficinas centrales. Recordó que en la fase de consulta a las comunidades, muchas pidieron un comité de vigilancia para participar en este proceso. Esto quedó plasmado en la condicionante número 10, de las 18 que se establecieron a la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.

También se puso como condición para iniciar obras que se presenten programas de rescate de biodiversidad, vigilancia del agua, calidad del aire, reforestación con especies nativas y la definición de cómo serán los pasos de fauna, así como un programa de monitoreo de fauna y de manejo de residuos.