La dirección del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) envió al Congreso el Informe financiero y actuarial 2019, donde se conjuntan las acciones del gobierno federal con el propósito de que recupere la vocación de proveer atención integral a sus derechohabientes.

El texto evidencia las deficiencias en la prestación de los servicios al momento de que tomó las riendas el gobierno actual: rezago en infraestructura y equipo, obsolescencia en instalaciones y aparatos médicos, falta de mantenimientos, escasez de personal de salud, tendencia del gasto a superar los ingresos, pasivos con proveedores y deudos de entidades y dependencias.

Con este propósito se llevó a cabo una profunda reorganización administrativa que, además de optimizar los recursos institucionales y centrarlos en la atención al derechohabiente, permitió ahorros que reducen la presión sobre el gasto.

Destaca la creación, por primera vez en la historia institucional, de unidades administrativas centrales dedicadas a la prospectiva y planeación estratégica, así como a la supervisión y calidad. Gracias al trabajo y a la información aportada por estas unidades, se podrá optimizar la asignación de los recursos, prever la evolución de los mismos y aplicar medidas de control que eviten dispendio; también será posible establecer una instancia de supervisión orientada a la calidad de los servicios prestados, a la identificación de áreas de oportunidad y a la vigilancia e implementación de las acciones correctivas propuestas.

El año pasado, 13.5 millones de derechohabientes

La evolución de la población derechohabiente del Issste ha reportado cambios importantes durante sus 60 años de operación. En 1959, cuando fue creado, se afilió a poco más de 487 mil personas; cuatro décadas después, a finales de 1999, acumuló 9.9 millones de derechohabientes. Al cierre del ejercicio fiscal 2019, se reportó un total de 13.5 millones de beneficiarios, lo que representa un incremento promedio anual de 1.6 por ciento desde 1999. Durante 2019, las dos principales causas de consulta externa fueron: diabetes mellitus e hipertensión, que acumularon 24.4 por ciento del total. Las mujeres representaron 59 por ciento de consultas del primer padecimiento y 61 por ciento, del segundo, para acumular un promedio 64 por ciento del total.

El informe destaca que el entorno económico y financiero del año pasado fue favorable para la viabilidad financiera del Issste, pues permitió mejorar la posición de sus reservas, a la vez que generó estabilidad de precios, la cual se refleja en el bienestar de los trabajadores.

Hasta 2018 la situación del organismo se veía agravada por una estructura administrativa enfocada en el proceso administrativo, en lugar de la atención y satisfacción de la derechohabiencia, con dispendio de recursos, planeación deficiente y carencia de instrumentos para establecer y garantizar estándares de calidad en la institución.

Estas circunstancias llevaron a la definición de los siguientes tres objetivos centrales para el Issste en este gobierno: 1. Mejorar la atención al derechohabiente en todos los seguros, servicios y prestaciones. 2. Impulsar un modelo preventivo en salud y 3. Fortalecer sus finanzas.