Una tarea gigantesca nos espera todavía, dice Thomas Bach
Viernes 24 de julio de 2020, p. a12
Tokio. La capital japonesa celebró con sobriedad el inicio de la cuenta regresiva a un año de sus Juegos Olímpicos, aunque la pandemia del coronavi-rus, que obligó al aplazamiento a 2021, persiste y amenaza la justa.
Estamos trabajando para optimizar nuestras operaciones y servicios sin afectar los deportes ni a los atletas. De esta manera podemos, junto con el comité organizador, hacer de estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 reprogramados una celebración sin precedentes de la unidad y la solidaridad humana, convirtiéndolos en símbolo de resistencia y de esperanza
, afirmó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).
En 15 minutos, sin público, en el nuevo estadio nacional olímpico, los organizadores presentaron el video Juntos somos más fuertes. La nadadora Rikako Ikee, deseosa de relanzar su carrera deportiva tras padecer leucemia, mandó un mensaje de esperanza para superar la adversidad
al portar la llama olímpica en una pequeña lámpara.
El acto discreto en una jornada lluviosa reflejó perfectamente el cambio en el ánimo nacional respecto de la cita veraniega.
Pese a todo, los organizadores se concentran en esa meta, tratando de resolver los colosales problemas generados por el aplazamiento olímpico, ahora programados del 23 de julio al 8 de agosto de 2021 para dar paso a los Juegos Para-límpicos entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre.
Pero perduran otros puntos de duda, desde las contramedidas de los organizadores ante el virus al coste total del aplazamiento, pasando por la cuestión de los patrocinadores y su continuidad en el proyecto.
Cuando sólo queda un año, una tarea gigantesca nos espera todavía
, recordó Bach en un comunicado.
Hace cuatro meses, el gobierno japonés y el COI determinaron postergar la cita debido a la emergencia sanitaria que forzó a numerosos países a decretar confinamientos y hacía imposible la disputa de torneos preolímpicos de clasificación o el entrenamiento de los deportistas.
Reforzado por su docena de riquísimos patrocinadores, y por los cada vez más elevados contratos de mercadotecnia y derechos de televisión, el COI no ve tambalearse sus cimientos, junto con los 206 Comités Olímpicos Nacionales.
Lo único intocable: la cuota de 11 mil deportistas olímpicos y 4 mil 400 paralímpicos se mantiene intacta. El programa de competencias y las 42 sedes siguen iguales.
La agencia japonesa Kyodo reveló los resultados de una encuesta, que coincidieron con las de otras recientes. Los japoneses están escépticos acerca de si la justa debería realizarse, y dudan que vaya a llevarse a cabo.
El presidente del comité organizador, Yoshiro Mori, indicó el miércoles que la cita olímpica dependerá de la ciencia y el conseguir una vacuna contra el SARS-Cov-2.
Comité Olímpico Mexicano enciende pebetero
Como muestra de certeza y confianza de que la máxima justa se realizará en la sede y fecha prevista, el Comité Olímpico Mexicano encendió ayer el pebetero que se ubica en su sede de Lomas de Sotelo.
Luego de realizar un recorrido por las instalaciones, Carlos Padilla, titular del COM, y Mario García, jefe de misión, confían llevar a Tokio una delegación de 150 deportistas, de los cuales hasta el momento hay 88 clasificados y 45 plazas para el país.