La expansión del Covid-19 en el planeta y en México // Un análisis comparativo
l 22 de junio, según el sitio Worldometer, 9.33 millones (m) de personas se habían contagiado en el planeta; para el 22 de julio la cifra llegó a 15.51m, 6.18m más (igual a 66.2 por ciento). En México, el 22/6 se reportaron 185.12 mil casos y el 22 de julio, 362.27 mil, un aumento de 159.3 mil, igual al 78.5 por ciento, más alto al mundial. (Véase cuadro). En la primera fecha, los casos de México eran 1.98 por ciento del total mundial, en la segunda eran ya 2.34 por ciento. Tanto estos datos como los de mortalidad están fuertemente subestimados, pero éstos probablemente en menor medida. Ambas subestimaciones se agravan en México, donde la Secretaría de Salud (Ssa) decidió aplicar pruebas de detección del virus sólo a las personas con fuertes síntomas, como lo ha admitido varias veces Hugo López-Gatell, subsecretario de la Ssa a cargo de la pandemia. El número de contagios reales puede ser, según algunos estudiosos del tema (como Arturo Erderly), hasta 30 veces más alto. El número de muertes reales se obtendría multiplicando las muertes ‘oficiales’ por un número mucho menor que el anterior. Pero usemos los datos oficiales tanto a nivel mundial como nacional. Al dividir el número de contagiados (C) al 22 de julio (15.51m) entre la población del planeta (PP), 7.8 miles de millones (mm), obtenemos la tasa de incidencia (TI= C/PP) igual a 198.9 C por cada 100 mil habitantes. En México, la TI al 22 de julio es de 281 C por cada 100 mil habitantes, también más alta que el promedio mundial. Al dividir las 638 mil muertes (M) registradas entre los contagiados (C), se obtiene, a julio 22, una tasa de letalidad (TL=M/C*100) de 4 mil 119 por cada 100 mil habitantes (4.12 por ciento) en el mundo y en México de 11 mil 369.8 (11.3 por ciento), 2.76 veces el valor mundial, lo que muestra o bien la fuerte subestimación de los contagios o, si las cifras fueran válidas, las gravísimas deficiencias de la política sanitaria para enfrentar la pandemia o, más probable, una combinación de ambas cosas. En junio 22, las tasas respectivas eran 6.75 y 11.4 por ciento; mientras la TL bajó a nivel mundial en el último mes, subió en México agravando lo dicho antes. El producto de la TI y la TL es igual a la tasa de mortalidad por Covid, que al 22 de julio era de 8.19 por cada 100 mil personas en el mundo y 31.96 en México. Y todavía hay quien dice que la política contra la pandemia ha sido muy buena en México.
La tendencia del número total de contagios a nivel mundial va en aumento y se pueden identificar, al menos, tres etapas de crecimiento; la primera sería una recta de pendiente muy leve, desde enero 22 hasta el 9 de marzo, etapa en la que el número de contagios pasó de 580 a 114.4 mil, es decir, aumentó en casi 113 mil (2 mil 354 diarios en promedio); la segunda etapa, con mayor pendiente, va del 10 de marzo al 22 de junio, en la que el aumento absoluto es de 9.22 millones en 103 días (un promedio de 89 mil 500 diarios). La tercera etapa va del 22 de junio al 22 de julio, en la que C pasa de 9.33m a 15.51m (6.18m más) en 30 días, un promedio diario de 206 mil, 2.4 veces el aumento diario del periodo anterior, mucha mayor pendiente.
La evolución de los contagios y las muertes con datos oficiales en México del 30 de marzo al 22 de julio se presenta en la gráfica, en la que se observa que ambos indicadores están en la fase ascendente de una S recostada por lo cual debe esperarse que continúen ascendiendo. Sin pretensión de modelar ni proyectar, se han ajustado funciones que describen la evolución de los datos con altísima R² (0.9998 la de casos y 0.9981 la de muertes). Como se aprecia muy bien en las curvas ajustadas, se trata de un tramo cóncavo hacia la izquierda y arriba, lo que indica una pendiente que va aumentando lentamente. Para comprobar esto grafiqué los nuevos casos (diarios) y le ajusté una función polinómica (con R² = 0.9793) que tiene el mismo tipo de concavidad de los contagios acumulados, lo que refleja que los contagios marginales siguen al alza. Las muertes diarias también vienen aumentando, pero sus registros fluctúan mucho más, por lo cual suavicé la serie calculando medias móviles de cinco días (que van desde 18 muertes, el 4 de abril, a 915 y 790 el 21 y 22 de julio) y a esta nueva serie le ajusté una curva polinómica (con R² de 0.8747) que ha perdido la concavidad, por lo cual las nuevas muertes están aumentando, pero más lentamente; esta tendencia, sin embargo, puede cambiar en cualquier momento.