Jerusalén. Miles de israelíes se manifestaron ayer nuevamente contra el primer ministro en varias protestas en el país, la principal de ellas en Jerusalén afuera de la residencia oficial de Benjamin Netanyahu.

Las protestas se han repetido en semanas recientes a raíz de lo que los detractores consideran una falla del gobierno en el manejo de la crisis del Covid-19, después que inicialmente se mantuvo al margen la amenaza del virus. Los cargos de corrupción contra Netanyahu han avivado las marchas.

Bibi, vete a casa, decía un letrero sostenido por un manifestante.

Todos pueden ver que el emperador perdió su ropa, decía otro.

Cientos de manifestantes también se reunieron afuera de la casa de playa de Netanyahu en el exclusivo pueblo de Cesarea.

La semana pasada, la policía utilizó cañones de agua para dispersar a la gente en Jerusalén.

Después de lo que ha sido calificado como una reapertura apresurada y errática de la actividad económica en mayo, las infecciones aumentaron y el promedio de nuevos casos diarios subió a 2 mil. La economía del país se ha visto afectada por las restricciones de movilidad y la tasa de desempleo se disparó a casi 20 por ciento.

Los manifestantes aseguran que la asistencia financiera del gobierno está lejos de ser suficiente.

Las protestas empezaron por el juicio por corrupción contra Netanyahu, quien está acusado de fraude, abuso de confianza y aceptar sobornos.