Aun cuando en 20 entidades la epidemia de Covid-19 todavía tiene incrementos en los casos diarios y sólo en 12 hay una disminución progresiva, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ratificó que la velocidad a la que crece la epidemia se ha reducido y el ritmo del incremento de la mortalidad bajó 0.1 por ciento en dos semanas. Reiteró que las comorbilidades son causas relevantes en los decesos, pues en 73 por ciento de los fallecimientos las víctimas tenían al menos un factor de riesgo.

El subsecretario presentó un comparativo con la mortalidad en el mundo por cada 100 mil habitantes: México ocupa el lugar 13 a escala global, pues tiene 32.6 decesos por cada 100 mil habitantes, en tanto que Bélgica tiene 85.9, Reino Unido 68.51 y España 60.8. En América, el país se encuentra en el quinto lugar, atrás de Perú, Chile, Estados Unidos y Ecuador.

Durante la presentación semanal del Pulso de la Salud –en la que se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del Covid-19–, López-Gatell aludió una vez más a la eficacia del uso del cubrebocas. Lamentó que el uso o no de este artículo se convierta en una bandera, porque no hay resistencia, ni bandos. No tenemos nada en su contra. Explicó que se puede recomendar su uso en espacios cerrados, pero no es una barrera suficientemente eficaz y tampoco efectiva que podría generar la falsa sensación de seguridad, porque podría provocar relajamiento en la aplicación de otras medidas como la sana distancia y la higiene personal.

Al abundar en torno al impacto de las comorbilidades, López-Gatell destacó que desde hace 12 años las enfermedades cardiacas, la diabetes y los tumores malignos ocupan los primeros lugares como causas de mortalidad: 21 por ciento la enfermedad cardiovascular, 14 por ciento la diabetes y 12 por ciento los tumores malignos.

Precisó que en México la diabetes y la obesidad son consideradas emergencias epidemiológicas que se desarrollan por los hábitos alimenticios. Los productos industrializados procesados y ultraprocesados, incluyendo los líquidos, las bebidas azucaradas, son los más claros factores que inciden en esos flagelos, sostuvo.

La alimentación no es sólo un acto voluntario, depende mucho de lo que tenemos acceso y en este contexto se refirió al consumo de bebidas azucaradas, puntualizando que no se trata de confrontar a un sector de la economía, sino identificar que es un factor asociado a estas enfermedades desde hace años.

Un informe muestra –aseguró López-Gatell– que 7 por ciento de la mortalidad en México se asocia al consumo de bebidas azucaradas. ¿De qué manera? Porque estos productos contribuyen a causar enfermedad cardiometabólica, diabetes y males cardiovasculares. ¿Cuánto es esto?, ¿cuánto es 7 por ciento? Son 40 mil 842 muertes que cada año ocurren asociadas con el consumo de bebida azucaradas. Eso es algo muy importante a considerar.

Aseguró que al igual que en su momento se identificó al tabaco como nocivo, como parte de una política de salud pública, estos señalamientos a este tipo de productos forman parte de acciones contra estas morbilidades. La primera de estas intervenciones fue la política de los etiquetados frontales.