a sacudida ha sido brutal y las economías aparentemente más sólidas del planeta se han hundido en proporciones históricas: en números cerrados y con datos al segundo trimestre de 2020, la estadunidense se desplomó 33 por ciento en términos anuales; la británica, 20; la alemana, 10; la francesa, 14, y así por el estilo. La española se hundió 18.5, similar al registro de México. La única que reporta crecimiento es la china, con 3.2.

En el caso mexicano, tanto el presidente López Obrador como los analistas de distintos grupos financieros apuntan a que la caída económica ya tocó fondo y ya pasó lo peor, pero la recuperación no será fácil, dado que, como advierte el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, el segundo trimestre de 2020 ha mostrado una de las caídas más profundas.

El CIEN, de cuyo análisis más reciente se toman los siguiente pasajes, detalla que la interrupción de las actividades económicas ante la crisis sanitaria agravó la recesión que nuestro país enfrentaba desde el año pasado. Si bien en junio pasado se presentaron algunos datos que podrían indicar que lo peor ya ha pasado, la carencia de un plan estratégico formal de reactivación económica provocará que la recuperación no sea tan rápida como se espera.

Sin duda, la menor actividad económica durante abril y mayo, derivada de las medidas de contingencia por la pandemia, fue uno de los principales efectos que influyó en la obtención de las cifras desalentadoras del PIB. Sin embargo, otra variable que jugó un papel importante fue la desaceleración económica que algunas actividades ya registraban desde 2019.

Resulta complicado determinar qué proporción de la caída puede ser atribuida a los efectos de confinamiento, pero lo que es un hecho es que la economía de nuestro país no se encontraba en las mejores condiciones. De manera específica, el sector de los servicios de alojamiento ha sido uno de los más afectados. Tan sólo en mayo pasado presentó una caída de 72 por ciento, y en los primeros cinco meses de 2020 acumuló -33.8 anualizado.

Las consecuencias en el mercado laboral, sólo en la primera mitad de 2020, de que se dieron de baja poco más de 921 mil 500 trabajadores registrados en el IMSS, refleja una cifra aproximada del número de personas que perdieron su principal fuente de ingresos dentro del sector formal de la economía.

Al incorporar los datos del mercado laboral en su totalidad (sector formal e informal) el escenario sin duda se torna más sombrío. De acuerdo con el Coneval, el número de ocupados en pequeños establecimientos disminuyó 2.9 millones, en tanto que en micronegocios disminuyó 6 millones sólo entre el primer trimestre y mayo del año en curso.

Tal escenario tuvo una incidencia directa en el número de personas que cayeron en pobreza laboral. De acuerdo con el Coneval, la proporción de trabajadores cuyo ingreso no les permite acceder a una canasta alimentaria ascendió a 54.9 por ciento en mayo pasado, de tal forma que la precarización del mercado laboral de nuestro país se ha acentuado.

Por otro lado, algunos datos económicos de junio presentaron una mejora importante, como en el caso de la balanza comercial, particularmente las exportaciones, que si bien aún registraron números negativos (-12.8 por ciento), al comparar las cifras con respeto al mes previo se observa un mejor desempeño. También las importaciones mostraron recuperación.

Las rebanadas del pastel

Quiso jugar a las vencidas con el Estado mexicano y el oligopolio de los medicamentos terminó como el caballo blanco (con el hocico sangrando). Ayer, el presidente López Obrador firmó un acuerdo para la adquisición de medicinas, equipos médicos y vacunas con la Unops, con lo que se desarticula tal oligopolio. Ahora, en el mercado internacional se obtendrán productos de buena calidad, a bajos precios y sin corrupción; vamos a resolver el problema de fondo del abasto. A partir del 15 de agosto una empresa pública se responsabilizará de la distribución.

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