Sábado 1º de agosto de 2020, p. 13
La Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados considera que la economía mexicana, con la caída de los precios del petróleo y la crisis sanitaria del Covid-19, enfrenta la desarticulación del circuito del consumo y la producción.
En el análisis Recesión económica y políticas fiscales de estabilización contracíclicas instrumentadas en el contexto de la crisis petrolera y del Covid-19, se indica que para mitigar los impactos de la potencial recesión económica que se puede presentar en México, el gobierno federal cuenta con instrumentos fiscales y monetarios contracíclicos para estabilizar los ingresos del gobierno federal y de las entidades federativas
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De esta forma, en cuanto a la caída de los precios del petróleo, el gobierno federal ha administrado este riesgo de mercado con la adquisición de coberturas, las cuales garantizan que si el precio fiscal es inferior al de la mezcla mexicana de petróleo de exportación, se ejerce el seguro, el cual cubre el diferencial de precios a fin de evitar que se reduzcan los ingresos presupuestarios de la Federación y de los estados del país.
Otros instrumentos estabilizadores, refiere el estudio, son una proporción de los ingresos excedentes que puede obtener el gobierno federal al final del ejercicio fiscal si éstos se generan; una parte de la renta petrolera, actualmente administrada por el Fondo Mexicano del Petróleo, y un porcentaje del remanente del Banco de México.
Estos ingresos extraordinarios se destinan a los fondos de Estabilización de Ingresos Presupuestarios y de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, que son contracíclicos y operan como estabilizadores automáticos de la economía, porque se ejercen cuando el riesgo de recesión es alto.
Igualmente, el Fondo de Atención a Emergencias, fideicomiso sin estructura que tiene fines de estabilización presupuestaria.
Adicionalmente, el gobierno federal extinguió algunos fideicomisos sin estructura orgánica, diferentes a los que buscan la estabilización de los ingresos presupuestarios. Estos recursos extraordinarios tendrán como destino suavizar los impactos adversos de la crisis del Covid-19 en cuanto a empleos y el aumento de la pobreza.
Y para complementar la estrategia que evite que la caída del ciclo económico sea profunda y duradera, se podría contratar nueva deuda pública, que es un instrumento contracíclico por excelencia cuando se cumpla la regla de la sostenibilidad de las finanzas públicas, la cual señala que las líneas de crédito se deben destinar en su totalidad a la inversión productiva, a fin de reactivar la economía y los empleos cuando existe el riesgo de recesión.