La Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop) señaló que el involucramiento de la Secretaría de Marina (Semar) en labores de inspección y vigilancia pesquera en su vertiente operativa es la última esperanza que tenemos de que verdaderamente haya un combate frontal a la pesca furtiva.

En entrevista con La Jornada, señalo que, según el estudio Environmental Defense Found de México, casi 50 por ciento de la producción pesquera es ilegal o irregular y añadió que a ello se suma el impacto que ha tenido el Covid-19 en la actividad, la cual se ha visto afectada por el desplome de las ventas nacionales e internacionales y la falta de apoyos gubernamentales.

Estamos con las flotas paradas, no tenemos los apoyos que teníamos. En la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) desaparecieron los 23 programas, no quedó ninguno, sólo está Bienpesca, el apoyo a la gasolina ribereña no lo hemos recibido.

Relató que en la captura irregular también hay participación del crimen organizado, sobre todo en el Alto Golfo de California, donde operan este tipo de bandas por la totoaba, es donde más se acentúa, son más violentos, ha habido muertos relacionados con ese delito.

Indicó que hay una mezcla del hampa que se dedica a otros ilícitos, como el cobro de piso, éstos son delitos que nos dañan directamente. En algunos estados, los compañeros están obligados a pagar derecho de piso. Lo estamos padeciendo cada vez con más frecuencia, nos piden dinero por cada kilo de producto que capturemos o entreguemos. Además, esta gente ya no tiene ningún respeto por los inspectores de pesca, por eso esperamos que la Marina pueda hacer un cambio, y añadió que se sabe de casos en los cuales los furtivos son sorprendidos, pero ni siquiera pagan las multas.

Declaró que entre los oficiales de pesca hay muchos elementos que no aceptan sobornos, pero también prevalece mucha corrupción, es un mal con el que hemos venido batallando desde hace tiempo. A razón de ello, se dejó en la banca a muchos inspectores”.

Contó que, debido a la escasez de presupuesto, nada más tienen protección las cooperativas que están dispuestas a pagarles viáticos a los inspectores para que vayan a hacer un rondín por sus zonas de trabajo. La Conapesca no tiene recursos para eso, se lamenta.