Prorrogar dos meses –a diciembre próximo–, la aplicación de multas a empresas que incumplan con el etiquetado frontal de alimentos, no es una víctoria para las compañías que pidieron posponer esa norma, sostuvo Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad, de la Secretaría de Economía (SE).

La instauración del nuevo etiquetado busca concientizar a las empresas de que deben trabajar en reformular sus productos hacia un nivel más saludable, pues es fundamental para atacar la pandemia de sobrepeso, obesidad y diabetes que vive México desde hace años, indicó.

En entrevista con La Jornada, aclaró que no hay ninguna prórroga para que las empresas cumplan con la nueva norma de exhibir en hexagonales negros advertencias sobre los altos contenidos calóricos, de grasa y de azúcares, entre otros en sus productos, e incluso, dijo, se debió adelantar la entrada en vigor, debido a la pandemia de Covid-19, que ha afectado en su mayoría a personas con enfermedades derivadas de la obesidad.

Acevedo explicó que el anuncio publicado el viernes pasado en el Diario Oficial de la Federación, en el que se informó que las autoridades no sancionarán a quienes vendan o exhiban productos sin el nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas prenvasados desde el primero de octubre como estaba establecido, no se trata de una prórroga.

Detalló que en principio se estipuló que la verificación, y por ende, las sanciones en caso de incumplimiento de la norma, comenzarían a partir del 1º de octubre.

Sin embargo, con el fin de dar certidumbre, dijo, se decidió que el proceso se inicie desde el día previsto, con la modificación de que no habrá sanciones hasta el 1º de diciembre. Lo anterior, señaló, dará un espacio de alrededor de cuatro meses para que las empresas puedan vender los productos sin el nuevo etiquetado que ya están en los anaqueles.

Algunos piensan que la norma se pospone, que entrará en vigor después, pero están equivocados. La disposición entra en vigor el 1º de octubre como se habia establecido, y esta adecuación sólo establece un lapso para no sancionar en dos casos: aquellos que cumplan anticipadamente y aquellos que no hayan vendido aún los productos, indicó Acevedo.

Medida impostergable

En este sentido, descartó que se trate de una victoria para aquellas empresas que se han manifestado por una prórroga a la norma en vista de que la economía ha sido seriamente dañada por la pandemia, al tiempo que es claro al señalar que sólo es un asunto para dar certeza al cambio, y de hecho, considera que se debió haber acelerado su entrada en vigor, precisamente por los daños del coronavirus.

Esta medida es impostergable; es más, desde el punto de vista sanitario se debería haber pedido adelantar la entrada en vigor de la norma. La epidemia de Covid-19 vino a dar más nitidez a los problemas estructurales de México en materia de salud, que repercutió en lo económico, apuntó el subsecretario.

Al respecto, destacó que la SE tiene como uno de sus puntos medulares propiciar una economía de la salud, dado que la salud de los trabajadores tiene un impacto directo en el costo del sistema sanitario, pero de forma indirecta, cuestiones como la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes afecta a la productividad y competitividad del país.

El objetivo sanitario y el económico no están divorciados, por eso la nueva norma mejorará la salud de los mexicanos, pero también la salud de la economía, aseguró.

No obstante, aclaró Acevedo, el nuevo etiquetado, por sí sólo, no será suficiente, pues se debe complementar con políticas públicas que involucren la concientización de la población, cambios de hábitos de consumo, sedentarismo, y acceso a agua potable.

Asimismo, los empresarios deben poner de su parte y reformular sus productos de manera que sean más sanos. Se deben dar cuenta que no sólo los mexicanos, sino la humanidad demanda cosas más saludables, y con el tiempo se darán cuenta que es un terreno que no han abordado lo suficiente y puede representar importantes ingresos.