En México el consumo de bebidas azucaradas, como los refrescos, se asocia con 40 mil 842 muertes al año, lo que representa 6.9 por ciento de los decesos totales en personas de 20 años o más, afirmó Tonatiuh Barrientos, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien destacó que la evidencia científica señala que el consumo de bebidas azucaradas aumentan el riesgo de obesidad, diabetes y otras enfermedades frecuentes en nuestro país.

Destacó que consumir de forma habitual una lata de bebidas azucaradas de 235 mililitros incrementa 39 por ciento el riesgo de padecer diabetes; 17 por ciento de tener un infarto y de 7 a 59 por ciento de padecer algún tipo de cáncer asociado a obesidad.

A ello se suman, 37 mil fallecimientos por año vinculado a enfermedades cardiometabólicas, por lo que destacó que podríamos prevenir un gran número de muertes disminuyendo el consumo de bebidas azucaradas, pues estos productos podrían ser la principal causa del tsunami cardio-metabólico que vivimos en México.

En el foro ¿Veneno embotellado?: Evidencia incontrovertible del impacto en salud de las bebidas azucaradas, convocado por la Alianza por la Salud Alimentaria, Kimber Stanhope, bióloga e investigadora del departamento de Biociencias Moleculares de la Universidad de California en Davis, explicó que estudios epidemiológicos y de intervención dietética y técnicos, demuestra que el consumo de estos productos incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).

Por su parte, Vasanti Malik, profesora de la Universidad de Toronto, señaló que existe evidencia fuerte y consistente, como resultado de pruebas y estudios observacionales, que la ingesta de bebidas azucaradas promueve el incremento de peso y se asocia con un elevado riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades crónicas asociadas.