El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) se prepara para un proceso de desreconversión de sus unidades médicas y hospitalarias que deberá operar de forma coordinada con todo el sector salud y por estados, de acuerdo con el semáforo epidemiológico de riesgo, informó Óscar Flores Munguía, subcoordinador de la Dirección Normativa de Salud del instituto, quien destacó que la reconversión hospitalaria para atender la emergencia sanitaria por el Covid-19 impactó hasta en 90 por ciento la atención de servicios ambulatorios y de citas programadas.

En entrevista con La Jornada, destacó que si bien los servicios de urgencias se mantuvieron operando con normalidad, todas las consultas y cirugías que no son de urgencia inmediata se han ido rezagando, por lo que se debe iniciar un proceso de recuperación, aunque insistió en que servicios de oncología, hemodiálisis, laboratorios y banco de sangre, se mantuvieron en operación. La meta es alcanzar, en el semáforo naranja, una recuperación de 25 a 30 por ciento en los servicios a pacientes ambulatorios, que debido a la emergencia llegaron a operar en 10 o 15 por ciento de su capacidad, mientras que en el color amarillo de riesgo sanitario se prevé operar a 50 por ciento, en horarios escalonados para evitar aglomeraciones.

Luego que el Issste emitiera la Guía para la desreconversión de las unidades médicas. Nueva normalidad, que contempla un proceso de tres fases para restablecer de forma gradual, ordenada y bajo nuevas condiciones de bioseguridad los servicios médicos, indicó que se trata de una estrategia conjunta con todo el sector salud en la que se deberá evaluar estado por estado no sólo la ocupación hospitalaria, sino las tendencias en las curvas epidémicas, la positividad a la enfermedad y el número de nuevos contagios.

Flores Munguía explicó que la idea es ir recuperando servicios médicos con un mecanismo de priorización. “Serían aquellos del nivel dos de atención, que si bien se han seguido otorgando, no ha sido de manera regular como la citas de especialidad, en las que se ha establecido un número límite de pacientes para evitar aglomeraciones en salas de espera.

Lo que pretende es activar algunas consultas externas de especialidades como angiología, endocrinología, VIH, reumatología, cardiología e infectología y empezar a retomar actividades quirúrgicas que no son urgentes, pero que se deben atender como cirugía oncológica, neurocirugía, general, oftalmología, traumatología y ortopedia. En una tercera etapa estaría vacunación y rehabilitación, apuntó.

Y una vez que estemos en un semáforo verde, dijo, se retomarían todos los servicios por parte de las instituciones de salud. La idea es que sea de forma ordenada, homologando criterios y considerando el verdadero riesgo epidémico que se vive en cada entidad, porque la desreconversión no será por institución de salud ni de forma aislada.