AMLO: la ruta (relativamente) Pilatos // FGR o PJF contra ex presidentes // Calderón y los mandados // Samuel García: primitivo
uego de dar un nuevo apretón mediático a Felipe Calderón Hinojosa, el entonces panista que le robó la presidencia de México en 2006, Andrés Manuel López Obrador aluzó el camino alterno que podría llevar al intento de castigo a ex presidentes ladrones (rubro en el que a Calderón habría de añadirse cuando menos a En-rique Peña Nieto): no la vía institucional propia, que la ley le permite explorar, pero no quiere, ni necesariamente la ya muy manoseada idea de una consulta pública en la que él argumentaría y votaría en contra, pero sí una ruta relativamente Pilatos, la de la autónoma
Fiscalía General de la República (donde el propio AMLO propuso a Alejandro Gertz Manero y Morena planchó la designación) o incluso la del Poder Judicial de la Federación, donde el ministro Arturo Zaldívar ondea la enseña tabasqueña.
En su emisión matutina de claves políticas, llamada conferencia de prensa, López Obrador insistió en que su administración no está indagando las cuentas de Felipe Calderón, mediante la hacendaria Unidad de Inteligencia Financiera, ni del priísta copetón mexiquense que reposa en tierra hispana. Aunque, advirtió: Si en el caso de García Luna y Lozoya están involucrados los ex presidentes, es un asunto de carácter judicial
.
Peña Nieto se mantiene en riguroso silencio, como si la bronca no fuera realmente con él, a la espera de lo que cante el juglar del poder en turno, el sumamente privilegiado Emilio Lozoya Austin, a quien hasta ahora la mencionada FGR no parece encaminarse a fincarle graves responsabilidades por el delito de delincuencia organizada, sino el más manejable y no extendible a altos niveles del sexenio pasado, el de asociación delictuosa.
Pero Calderón Hinojosa sí reacciona colocándose la casaca militar de talla no apropiada, al responder, incluso con fanfarronería, no sólo a las filtraciones sobre eventuales cargos en su contra (Etileno XXI y los astilleros gallegos, entre otros temas calientes) sino incluso a la realidad documentada y en proceso judicial en Estados Unidos de la conversión de la administración felipista en una instancia al servi-cio del crimen organizado, en particular del cártel de Sinaloa (casos Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, en cortes de Nueva York).
Ayer, en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, el mencionado Calderón trató de diluir en el foxismo su responsabilidad en el diseño de planes energéticos fallidos o corruptos, como si él mismo no hubiera sido secretario de Energía con el embotado (es decir, que a veces usa botas) esposo de Martha Sahagún (matrimonio, negocios corruptos e intereses oscuros, familiares y de la pareja, que también asoman bajo la lupa del sexenio en curso).
Calderón trata de envolver en banderas políticas, partidistas (México Libre) y electorales (2021) el dato duro de que en Estados Unidos está a juicio el manejo mafioso de lo que llamó guerra contra el narcotráfico
y que en México también hay expedientes suficientemente pesados como para actuar judicialmente en su contra hasta donde la letra legal lo permita. Por ello, dice que es una especie de temor o terror político ante su figura y su facción familiar, que el año entrante su corriente le ganará a Morena en las urnas y que todo lo dicho y actuado hasta ahora en su contra terminará por hacerle los mandados
.
La aspiración del senador Samuel García de ser candidato de Movimiento Ciudadano a gobernador de Nuevo León ha sido constantemente boicoteada por él mismo. La más reciente autoagresión se registró ayer en una videograbación de machismo sin atenuantes, con las piernas de su esposa y el patrimonialismo conyugal como temas delatores de un primitivismo intelectual. ¿Quién podría relevar al desgastado Samuel en la aspiración a tal candidatura de MC? ¿Luis Donaldo Colosio Riojas? ¿Una alianza con Morena a favor de Tatiana Clouthier? ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero