Equivale a 1.6% del PIB
Jueves 13 de agosto de 2020, p. 23
Inversionistas extranjeros sacaron del país 16 mil 700 millones dólares en deuda amparada por el gobierno en lo que va de la crisis detonada por el Covid-19. El monto equivale a 1.6 por ciento del producto interno bruto (PIB), informó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El retiro de inversiones extranjeras ocurre en un contexto de incertidumbre financiera y aun cuando las tasas de interés en México están entre las nueve más altas del mundo.
Desde abril pasado, cuando fueron impuestas medidas de confinamiento para enfrentar la pandemia de coronavirus, los inversionistas mexicanos han aumentado su participación como poseedores de bonos gubernamentales; en contraste, los extranjeros han optado por disminuirla.
De esta manera, del total de bonos emitidos por el gobierno federal a finales del año pasado 71.6 por ciento eran propiedad de inversionistas mexicanos y ahora son 77.3 por ciento; en cambio, los papeles en manos de extranjeros pasaron de 28.3 a 22.6 por ciento del total.
Al cierre de 2019, según información del banco central, los valores gubernamentales en manos de nacionales sumaban 5 billones 437 mil millones de pesos, mientras ahora son 6 billones 139 mil millones. En tanto, los bonos propiedad de extranjeros bajaron de 2 billones 148 mil millones a un billón 793 mil millones de pesos.
En resumen, los mexicanos han aumentado en 700 mil millones de pesos sus inversiones en el país, mientras los extranjeros han sacado 355 mil millones.
Vulnerabilidad externa
La salida de inversiones por 16 mil millones de dólares fue calculada por el FMI en cifras que coinciden con las del banco central en el reporte Rastreador de Políticas, publicado esta semana.
De acuerdo con el organismo, dado que la economía mexicana es bastante abierta ha sido afectada por la reducción en la demanda de las exportaciones, por encima del impacto de las medidas de confinamiento. Además, fue golpeada por la caída en el precio del petróleo y la volatilidad en los mercados globales.
Por ello la incertidumbre se resintió en la economía incluso antes del brote de Covid-19 en el país y también previo al confinamiento. Al 30 de julio el peso se ha depreciado 14 por ciento, pero en el recorrido de esta crisis su valor ha llegado a caer hasta 23 por ciento.
Sofía Santoscoy, analista de Bursamétrica, señaló que desde hace un par de años la tenencia de valores gubernamentales de los inversionistas no residentes en el país comenzó a aumentar en gran parte porque la tasa de referencia en México era muy superior a la de otros países.
Sin embargo, el contexto actual ha dado lugar a grandes dudas en torno a la situación sanitaria y sus repercusiones en la economía mundial, por lo que los inversionistas, en particular los extranjeros, han volteado a buscar títulos gubernamentales más seguros, entre los que destacan los bonos del Tesoro estadunidense.
Con lo anterior coincidió Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, quien agregó que la mayor percepción de riesgo sobre México es consecuencia de que ante los estragos económicos que ha provocado la pandemia de Covid-19 se espera una recuperación lenta dado que el gobierno no ha presentado ningún plan fiscal contracíclico.
Las tasas en México, entre las 9 más altas del mundo
La especialista indicó que los inversionistas dejan de lado los altos rendimientos, pues aunque México paga una tasa nominal de 5 por ciento y una real de 1.3 por ciento, siendo la novena más alta del mundo, ha registrado salida de capitales.
Respecto al incremento en bonos del gobierno por parte de mexicanos, la economista de Banco Base indicó que hay una teoría que dice que los humanos siempre vemos un menor riesgo en donde vivimos
, y matizó que han retirado recursos del mercado de valores para dirigirlos a activos más seguros.
Siller y Santoscoy coincidieron en que los inversionistas nacionales prefieren llevar su dinero hacia activos de menor riesgo y de renta fija, y disminuir su presencia en renta variable, la cual se caracteriza por ser más riesgosa y más volátil en momentos de incertidumbre.
Si bien esta salida de flujos es mayor a la de otros mercados emergentes, ha tenido menor efecto sobre el peso dada la acumulación de reservas internacionales y al crecimiento de las remesas, explicó en un análisis Rodolfo Campuzano Meza, de Grupo Financiero Invex.
Sin embargo, precisó que estos factores sólo funcionan a corto plazo. Hay una debilidad estructural del peso por la falta de un crecimiento sostenido por la inversión y el consumo. Así como una situación de finanzas públicas que puede deteriorarse a mediano plazo
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