Jueves 13 de agosto de 2020, p. 25
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea buscan que México retrase la nueva norma que obliga a las empresas de alimentos y bebidas a utilizar un etiquetado frontal que advierta sobre los altos contenidos de calorías, azúcares o grasas, entre otros, según documentos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
De acuerdo con actas del máximo organismo comercial recién publicadas, tras la reunión del primero y 13 de mayo, Estados Unidos y las demás partes dijeron apoyar a México en su objetivo de mejorar su salud pública, pero externaron su preocupación por la fecha de aplicación, por lo que solicitaron un periodo de dos años.
Dicha prórroga la recomendaron debido a que los requisitos del nuevo etiquetado representan dificultades para productores, importadores y minoristas en un momento complicado como el que atraviesa el comercio mundial por la pandemia de Covid-19.
El próximo primero de octubre entra en vigor la norma de exhibir en hexágonos negros frontales advertencias sobre los altos contenidos calóricos, de grasa y de azúcares, entre otros, en sus productos. Sin embargo, no habrá sanciones para quienes no lo hagan, sino hasta el primero de diciembre.
Las peticiones de EU, Canadá y la Unión Europea se unen a las voces del empresariado mexicano, que en múltiples ocasiones ha abogado por una prórroga de por lo menos dos años bajo el argumento de que la crisis sanitaria ha afectado a las empresas, las cuales tendrán complicaciones para gastar en el cambio de etiquetas.
No obstante, hace unos días Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad, de la Secretaría de Economía (SE), dijo a La Jornada que no habrá ninguna prórroga y que incluso se trata de una medida que se debió haber adelantado por el impacto sanitario que ha causado la pandemia en el país.
Para el funcionario es urgente una medida de este tipo, toda vez que la pandemia de Covid-19 vino a resaltar los problemas estructurales de México en materia de salud.
Según datos oficiales, México es el mayor consumidor de alimentos procesados en América Latina y el cuarto más grande del mundo.