Con el acuerdo alcanzado entre México y Argentina, la Fundación Slim y la farmacéutica AstraZeneca se garantizará el acceso regional a la vacuna contra el Covid-19 entre seis y siete meses antes de lo previsto. Si bien originalmente se elaborarán 150 millones de dosis el potencial de producción será de 400 millones, con una población latinoamericana –excluyendo a Brasil, que tiene su propia ruta– de 421 millones de personas, aseveró el canciller Marcelo Ebrard.

El presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó que con este esquema se acorta el proceso de elaboración, se reducen plazos, garantizando la calidad, por lo que se tendrán resultados en noviembre y se podría empezar su fabricación en el primer trimestre de 2021. Es una alianza, dijo, sin fines de lucro por eso el costo de la vacuna será mínimo –alrededor de cuatro dólares informó AstraZeneca– estimando en 25 mil millones de pesos el gasto para asegurar el acceso gratuito a la vacuna en México.

Nos ayudará a que se mantenga la esperanza, se acabe la incertidumbre. Que tengamos en el horizonte la posibilidad de una vida mejor en lo que corresponde a esta pandemia, que tanta tristeza, desgracia, tanto dolor ha traído a México y al mundo, resumió López Obrador. Que no haya duda, subrayó, todo nuestro pueblo tendrá acceso, no debe haber preocupación por la gente pobre, tiene garantizada la vacuna.

La relevancia –dijo Ebrard– es que se trata de un acuerdo de producción en México de la vacuna a partir del proyecto más avanzado en el mundo. En noviembre –que concluye la fase tres del estudio–se presentará a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para su análisis y de autorización. Participan un laboratorio en Argentina, un laboratorio en México, la cadena de producción es latinoamericana con una transferencia de tecnología.

Al detallar el acuerdo en el que participan con financiamiento, Carlos Slim Domit, de la Fundación Slim, destacó que se integra a los laboratorios Maxbience, de Argentina, que elaborará la sustancia activa y Liomont, en México, como fabricante del producto a distribuir en toda Latinoamérica. Aunque aún se está en proceso de pruebas que implican riesgos, ha mostrado en fases anteriores resultados muy alentadores y, de ser aprobada, el apoyo de la fundación permitirá acceder con anticipación de casi un año.

Sylvia Varela, del laboratorio AstraZeneca, México definió la colaboración como una alianza de riesgo compartido entre diferentes actores: la fundación y los laboratorios para acelerar la producción e involucran a los gobiernos de México y Argentina. Explicó que la fase uno aplicada en Reino Unido con mil 700 personas fue exitosa y está en desarrollo la fase tres con 50 mil personas en Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica. Son procesos en paralelo, sin cortar ninguna esquina ni sacrificando ningún espacio de seguridad.

Apuntó que tendrían primicia México y Argentina, pero se pretende el acceso para todos los países de la región, con cuyos gobiernos AstraZeneca comenzará acercamientos a partir de concretarse el acuerdo. Apuntó que Colombia, Chile, El Salvador y Panamá ya han expresado su interés, pero subrayó que se pretende un acceso equitativo a partir de una cadena de suministro para América Latina.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, subrayó que México tiene una actitud solidaria ante el mundo y la responsabilidad de contribuir con esa visión. Por ello, ha impulsado diversas acciones multilaterales para enfrentar esta pandemia, entre ellas, que Naciones Unidas se pronunciara contra la especulación comercial.

Por la tarde, López Obrador viajó a Acapulco, donde hoy realizará una gira de trabajo.