El caso del líder de la Confederación Libertad de Trabajadores de México, Hugo Bello, detenido por como probable responsable del delito de secuestro, entre otras acusaciones, es sólo “la punta del iceberg en el sindicalismo mexicano”, ya que hay cientos de agrupaciones que "también operan como mafias”, sostuvo Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Subrayó que a pesar de las reformas a las leyes en materia de transparencia en los pasados años, las cuales obligan a los sindicatos a hacer públicos los recursos que manejan, esto no se ha hecho realidad, y hay denuncias contra líderes gremiales como el petrolero por presuntas irregularidades en el uso de las cuotas de los trabajadores, que siguen en el tintero.

La transparencia no ha avanzado mucho en el mundo del trabajo. En realidad los viejos aparatos corporativos dominados por mafias sindicales siguen ahí, prácticamente intocados. No se ha dado un ejercicio de investigación sobre los recursos que manejan esas mafias en varios sindicatos, agregó el especialista en temas laborales.

El caso de las indagatorias a la Confederación Libertad –que agrupa cerca de 50 sindicatos de trabajadores de la construcción y transportistas, entre otros– es uno de los ejemplos extremos de lo que sucede en el país, pero insistió que hay muchas otras agrupaciones similares.

Recordó que algunos gremios llegan a recibir cientos o hasta miles de pesos anuales de sus trabajadores en todo el país, pero lo que regresa a las secciones sindicales es muy poco. A la par, muchos líderes tienen ingresos de cuya legitimidad todo mundo duda, y son conocidos por todos que no son transparentes.