abrazo sinfónico; rigurosa sana distancia
Sábado 15 de agosto de 2020, p. 3
Separados entre los palcos del teatro Solís, los músicos de la Banda Sinfónica de Montevideo, en Uruguay, ofrecieron un abrazo sinfónico
con un concierto gratuito el pasado jueves, el primero en cinco meses después de que las presentaciones artísticas fueron canceladas por la pandemia de Covid-19.
El público asistió con riguroso cubrebocas, como marca la nueva etiqueta. En una sala semivacía, por las medidas sanitarias que imponen distanciamiento, se escuchó a los músicos en la parte baja del antiguo teatro, mientras los sonidos se dispersaban desde lo alto, en un cambio de ubicación generado por la aparición del virus y la adaptación a las nuevas circunstancias.
Y la música volvió a sonar en nuestra sala
, celebraron en redes sociales, luego de que la orquesta se vio obligada a inventar nuevas formas de interpretación en una emergente temporada virtual al tener que abandonar su sede, en el teatro con más renombre en Uruguay, construido con madera siberiana y mármol italiano, que han comparado con la Scala de Milán.
La agrupación reabrió las puertas del Solís en un nuevo comienzo; luego de más de 150 días nuestra farola se vuelve a encender
, al interpretar la ópera San Francisco de Asís, de Luis Sambucetti, compositor uruguayo que con esta obra ganó en 1906 el primer lugar de un concurso de composición en Milán, y que luego estrenó en este mismo teatro en 1910. El santo, el demonio y el Señor se reunieron nuevamente, pero a sana distancia.