espués de años que el Banco Mundial (BM) dejara de ser noticia, ahora está de regreso, más fortalecido y legitimado que nunca, y recuperando a grandes pasos su papel de actor clave en la determinación de cómo debe ser la educación básica y universitaria en los países periféricos como México. Sirva de prueba de esto último el espectáculo, hasta hace poco inimaginable, de una asamblea mundial con mil 600 asistentes, representantes de 160 gobiernos, organismos multilaterales, académicos, empresarios, organizaciones civiles, que agradecen entusiastas al BM y a la Unesco por su trabajo en crear (2015) el Foro Mundial por la Educación para 2030, de Incheon, Corea del Sur. Poco después, en 2018, se informa que Oliveira Guterres, secretario general de la ONU, acudió personalmente a las oficinas del BM a firmar un Acuerdo estratégico de asociación
para juntos impulsar los compromisos para 2030, incluyendo los referentes a educación, y reunirse cada año para ese efecto ( Implementing the 2030 Agenda 2018 Update. The World Bank Group, 2019, pag.13: http://pubdocs.worldbank.org/en/ 893311531748303554/2030Agenda-2018Update-July-19.pdf). En realidad, estos últimos actos son la manifestación más reciente de una estrategia virulenta, es decir, de inserción del BM en organismos sanos, legitimados
de la ONU, con la finalidad de sacar adelante su propia agenda. Ya en 1998, denunciaba en La Jornada nuestro querido y perspicaz Luis Javier Garrido, que el BM había conseguido intervenir en la Asamblea Anual de la Unesco y logró que en lugar de discutir el temario preparado por los expertos de ese organismo multilateral se discutiera–y aprobara como postura de la Unesco– una agenda del BM, privatizadora y hostil a los profesores (Ver Garrido La disputa por la universidad
en Casanova, H. y Lozano, C. 2004, Universidad y sociedad, el vínculo crítico, pág. 277).
Hoy el BM no necesita andar tomando
las mesas de las asambleas, ha ganado mucha fuerza porque ha conseguido asociarse permanentemente con la Unesco y Naciones Unidas; ha agrupado a varios organismos de ayuda financiera, el Grupo BM
(que significa mayores recursosy poder de persuasión ante países pobres) y además, los acuerdos de los foros mundiales son compromisos que gobiernos como el mexicano asumen como propios.
Esto nos obliga a los interesados en el rumbo de la educación a revisar los compromisos que el gobierno mexicano ha contraído recientemente, como el de impulsar los objetivos 2030. Con ellos el BM –y la Unesco– desde la sustentabilidad, están avanzando en todo el mundo en una nueva reforma educativa de calidad y evaluación
, como describen con gran claridad Luis Bonilla y Lev Velázquez, La OCDE y el ODS4 en la reforma educativa
, La Jornada 27/4/19 (ODS4=Objetivo Desarrollo Sustentable #4). Además, la relación sustentabilidad-educación no se refiere tanto a una serie específica de temas o contenidos, sino a un enfoque que ordena la realidad de manera que quedan ocultos los grandes factores de las problemáticas mundiales. El Banco Mundial inspiró la reforma privatizadora de la década de los 90, la que hoy enajena y asfixia a las universidades, pero nunca consiguió llegar al corazón mismo del proceso educativo: la actividad de estudiantes y profesores. Ahora lo está logrando con el disfraz de la salud ecológica y social del mundo en su versión BM-Unesco. Para llenar el vacío de esperanza y el creciente enojo que tiene una sociedad de pobres, subordinados, explotados –y ahora contagiados– plantea un enfoque light de sustentabilidad sanitizada –una tierra del nunca jamás– habitada sólo por problemas de disfuncionalidad –nada de fondo– gobiernos preocupados, políticas públicas necesarias, empresas responsables, ecología en peligro, educación que requiere calidad, consumidores organizados y en todo esto, la confianza en los organismos internacionales que en maridaje con la banca internacional hoy se apropian del papel de conductores mundiales de la educación.
Y ahora las autoridades de la UAM-X están impulsando que se coloque en el centro del proceso educativo la sustentabilidad, y allí donde es más estratégico, al comienzo de la carrera, en el Tronco Interdivisional. Un espacio horizontal, estructurado junto con las y los propios profesores, que inserta a estudiantes de todas las carreras en un proceso colectivo. En él, con visiones y metodologías diversas, discuten e investigan la realidad mexicana en que actuarán al egresar. Un ejercicio profundamente plural y por eso, universitario. Y no una sóla y discutible manera de entender el mundo, como propone un banco, el Banco Mundial.
PS: Confirmado: en el examen de selección de la UAM hubo reactivos sin opción correcta de respuesta (ejemplo, el 52), algo grave, dada la importancia de cada acierto. Y hay indicio de hackeo. Informadas, las autoridades respondieron evadiendo, pero a los aspirantes les deben una reparación.
*UAM-Xochimilco