Sábado 15 de agosto de 2020, p. 6
La renovación de la vigencia del cierre fronterizo a cruces no esenciales entre México y Estados Unidos ha incrementado la molestia de los connacionales de esa región porque, insisten, la medida tiene una aplicación unilateral.
Ciudadanos estadunidenses o mexicanos residentes en aquel país no tienen impedimento para cruzar a las ciudades vecinas de Baja California, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas sobre todo para comprar comestibles y medicamentos
, aseguran vecinos de esas entidades.
La dependencia comercial entre ambos territorios es tan fuerte que incluso en algunas poblaciones mexicanas se han instalado pequeños establecimientos con venta de productos estadunidenses.
“Ya los conocemos aquí como ‘Macalitos’”, comenta una mexicana de Reynosa sobre esos minisupermercados que ofrecen los artículos más buscados por la gente cuando viaja a McAllen, Texas.
Ayer, al confirmar en Twitter la quinta extensión del cierre de cruces carreteros, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, expresó que lamentablemente la situación de salud pública en la franja fronteriza dictó otra extensión de las restricciones para cruzar la frontera terrestre
hasta el 21 de septiembre.