El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señaló que el Programa de Fertilizantes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en Guerrero es similar a uno estatal que operó por más de 50 años, y añadió que éste ha generado inercias que se tradujeron en reclamos y protestas, debido a que la Sader tomó como referente para la selección de beneficiarios los padrones de Proagro Productivo y el Pimaf (programas de la anterior administración) en esa entidad.

En una evaluación del esquema, añade que lo anterior generó inconformidades de una parte importante de los productores que en años anteriores habían sido apoyados por el programa y que no estaban incluidos en los padrones de la actual intervención, situación que provocó la ampliación de solicitantes y con ello del padrón de beneficiarios del programa.

Ante las demandas para que fueran revisados los padrones, este año la Sader incrementó el número de beneficiarios, señalaron fuentes de la dependencia, y explicaron queoriginalmente los beneficiarios eran 280 mil pequeños productores de hasta dos hectáreas con siembras de maíz, frijol y arroz.

Ahora la intención es llegar a 335 mil campesinos, y a la fecha se ha beneficiado a poco más de 333 mil, lo que representa 99.6 por ciento del total ampliado.

Hasta el 13 de agosto se entregaron 152 mil 772 toneladas, para una superficie de 509 mil 241 hectáreas, a 333 mil 901 productores, de los cuales 43 por ciento son mujeres (143 mil 578) y 66 mil 505 son población originaria.

El Coneval recomendó a la Sader establecer objetivos para el esquema. Especificar un punto de partida y un punto de llegada del Programa de Fertilizantes en al menos seis años que dura el actual gobierno, estableciendo metas anuales en cuanto a población a atender, insumos a distribuir y los aumentos de los rendimientos que se espera obtener progresivamente durante la vida del programa.

Aseguró que la entrega gratuita de fertilizantes puede ser pertinente si se enmarca en una política de impulso a las prácticas adecuadas de fertilización; sostuvo que es necesario precisar desde el proceso de planeación los roles específicos de las diferentes instituciones que participan en la implementación del programa y valorar su capacidad operativa para responder a las funciones asignadas.

Consideró que es fundamental que el Programa de Fertilizantes mejore su estrategia de difusión de acuerdo con las particularidades de cada una de las regiones donde opera el programa, de modo que la información llegue adecuadamente a la población objetivo.