El 29 de agosto se cumplen 10 años del cierre de Mexicana de Aviación y, desde entonces, trabajadores en activo y jubilados no han bajado la guardia en demanda del pago de sueldos caídos, liquidaciones y finiquitos, así como de pensiones.

Sin embargo, este aniversario quedará marcado luego de que el fin de semana pasado el Servicio de Administración Tributaria notificó la revocación de la concesión de los almacenes fiscales de Mexicana de Aviación, ubicados en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que la empresa mantenía como parte de sus activos, ya que genera fondos para la dispersión a los trabajadores de la aerolínea.

Mexicana de Aviación fue declarada en quiebra en abril de 2014, luego de un proceso de cuatro años a partir del que cesó operaciones, en agosto de 2010, a casi 90 años de su fundación.

En entrevista con La Jornada, Claudia Quijas, secretaria de la comisión de honor y justicia de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (Assa) de México, señaló que continúan en la búsqueda de la mejor justicia que las leyes y el actual gobierno pudieran otorgarnos, por ello, manifestó, siguen trabajando con las secretarías del Trabajo y Comunicaciones.

Indicó que durante esta década ha sido difícil para los sobrecargos en activo, ya que la mayoría de los casi 2 mil que laboraban para Mexicana y sus filiales perdieron patrimonio, quedaron endeudados, se deterioró su salud, y otros generaron enfermedades crónicas; sin embargo, aseveró, han salido adelante, fue un choque económico, social, cultural muy fuerte para todos. En Assa de México seguimos el tema día a día. Tenemos comunicación con el síndico encargado de la quiebra, con las autoridades deeste gobierno, con los sindicatos de pilotos, trabajadores de tierra y deconfianza, seguimos trabajando, nos ocupamos en defender lo que queda como propiedad de los trabajadores, me refiero a los embargos que realizamos. El 31 de octubre de 2016 se llevaron a cabo embargos (por la vía legal), en los que están incluidos edificios, cuentas bancarias, refacciones y marcas, por mencionar algunos.

Agregó que el secretario general de Assa, Ricardo del Valle, gestionó en 2014 que la mayoría de los sobrecargos de la aerolínea, algunos con más de 20 años de experiencia y otros jubilados, trabajaran en Aeroméxico. Asimismo, recordó que a la fecha se han dispersado recursos de dos fuentes que derivan del concurso mercantil, entre ellos la venta de nueve aviones y 17 motores.

Por separado, Fausto Guerrero, presidente de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y ex Trabajadores de la Aviación Mexicana (Ajteam), expresó que el cierre y posterior quiebra de Mexicana causó daños irreparables, ya que les dejaron de pagar sus pensiones.

Ha sido una década sumamente difícil en la cual los anteriores gobiernos nos dieron la espalda, sólo nos ayudaron a realizar trámites para recuperar recursos de Infonavit, aunque, ponderó, se han ganado laudos. Reiteró que sería un error rematar los pocos bienes de Mexicana para obtener alrededor de mil 100 millones de pesos, pues esta cantidad repartida entre 8 mil 500 trabajadores y 700 jubilados se traduciría en cantidades irrisibles, motivo por el cual propusimos demanera reiterada la ‘no venta de los bienes por separado’, sino, por el contrario, construir un modelo de negocio para que mediante la cooperativa de Mexicana de Aviación se resarcieran los empleos perdidos y se garantizara el pago de nuestras pensiones”.