Mexicali, BC., Nuestro problema no es de agua, sino de energía eléctrica, sostuvo el gobernador Jaime Bonilla al justificar la licitación pública para un contrato de generación de energía fotovoltaica a fin de bombear agua a menor costo del acueducto Río Colorado-Tijuana, que abastece a las ciudades costeras de la entidad.

La principal fuente de suministro es el río Colorado, que desemboca en territorio mexicano, proveniente de Estados Unidos. La dotación de líquido corresponde a un tratado binacional que ha tenido tres modificaciones en el último lustro, sancionadas por la Comisión Internacional de Límites de Agua, y siempre en perjuicio de México.

El más reciente es el acta 343, que limita la entrega de agua a México e incrementa la capacidad de reserva en el país vecino.

El consumidor de energía más grande de la entidad es precisamente el acueducto, que lleva agua por 160 kilómetros, incluida La Rumorosa y la zona montañosa de Tecate, pero su suministro está estipulado en un contrato privado signado en el mercado energético, ajeno al servicio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Con una facturación de 100 millones de pesos mensuales, el contrato del acueducto Río Colorado-Tijuana, con la empresa Orca, está vigente desde el primer trimestre de 2020, ya en la administración de Bonilla Valdez.

La licitación, destinada sólo a empresas mexicanas, según lo autorizado por el Congreso, se anunció el pasado 20 de agosto y este martes vence el plazo para que los interesados en generar 80 megavatios adquieran las bases por 250 mil pesos. Hay seis empresas interesadas, una de ellas de capital extranjero.

La administración estatal firmará contrato con la que resulte ganadora para comprarle energía durante 30 años.

El proyecto para que la iniciativa privada construya una planta solar fotovoltaica con un costo de más de 200 millones de dólares es vulnerable si no lo apoya el gobierno federal, reconoció el gobernador Jaime Bonilla, quien informó que recibió una llamada de la secretaria de Energía, Rocío Nalhe, para pedirle esperar.

Baja California, explicó el mandatario, quiere resolver el déficit de energía eléctrica que padece todos los veranos, calculado en 480 megavatios, y que lo obliga a programar apagones en Mexicali, cuando la ciudad está a entre 45 y 50 grados centígrados, y a suspender varias horas al día el suministro al sistema que bombea el agua del río Colorado depositada en la capital a Tijuana.

Ahora resulta que (la Ciudad de México) se indigna porque estamos tratando de generar, cuando hemos hablado por meses con la CFE para que nos conecten o hagan lo que sea necesario para que el estado se conecte al sistema nacional. A veces tenemos que gritar, llamar la atención para que volteen, reprochó durante su transmisión diaria vía Facebook.