La pandemia de Covid-19 ha obligado a replantear la forma de trabajo en las ferias del libro, que han tenido que cambiar de presenciales a virtuales, o en formato híbrido, como será la Feria del Libro de Fráncfort en octubre próximo, mientras la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara continúa desarrollando sus planes para que se realice de forma presencial, sólo si las autoridades sanitarias lo permiten, señaló su directora, Marisol Schulz, durante el encuentro digital La transformación de las ferias del libro, organizado por la Feria Internacional del Libro de Lima.

Este año ha sido de retos e incertidumbre, de total incertidumbre. Schulz informó que la feria a su cargo recibe a más de 800 mil personas durante los nueve días que dura, que cuenta con la participación de 20 mil profesionales, así como con actividades académicas y literarias, y otros programas fuera del recinto.

En cuanto a su realización, prevista para el 28 de noviembre, Marisol Schulz dijo: “estamos valorando, porque la pandemia en México está en un momento incierto.

Insisto: vivimos en incertidumbre; pensamos que podemos hacerla de manera física, pero en un contexto con actividades digitales, porque se va a ver limitada por restricciones de viaje, no sólo debido al cierre de fronteras, sino porque hay quienes no quieren trasladarse, y eso nos da un énfasis presencial más de autores y editores nacionales.

Mientras en Fráncfort ya se tiene el diseño para, por ejemplo, los pasillos y el incremento en el tamaño de los módulos para permitir que haya distancia entre las personas, en la FIL de Guadalajara aún no se ha diseñado, porque estamos construyendo y valorando distintos escenarios, pero, definitivamente, ya con una serie de medidas de común acuerdo con el recinto ferial, medidas de control sanitario e higiene con autoridades de Jalisco y federales. Además, se prevé llevar una parte de la feria al Centro Cultural Universitario abierta al público de manera gratuita.

Impacto en el estado

En cuanto al programa cultural aún no lo estamos armando. Son temas muy complicados, porque incluso los recintos culturales no han abierto en Jalisco y no sabemos cómo lo harán. Los números de la pandemia cambian cada minuto, vemos lo que pasa con las cifras, y la feria se hará (de forma presencial) sólo si las autoridades sanitarias lo permiten.

Lo que ocurra tendrá un impacto económico muy serio para la ciudad y el estado de Jalisco, ya que la FIL es la que genera la mayor derrama económica del año, destacó Schulz.

Sandra Pulido, directora de la Feria Internacional del Libro de Bogotá habló de la experiencia de realizar el encuentro de manera virtual con buenos resultados, aunque con una reducción significativa en el número de actividades, ya que ese encuentro tenía previstas alrededor de mil 500 actividades, de las cuales se realizaron 100. El hueco económico de no haber tenido al feria sigue pesando, pero comienza a levantarse el interés general, especialmente en ventas, y esperamos que se reactive.

Por su parte, Marife Boix, de la Feria del Libro de Fráncfort, presentó los planes que tiene la feria para su realización en octubre: un formato híbrido. Está claro que la feria tiene que desarrollarse e innovarse de manera continua, no es algo que hagan las ferias a partir de esta situación, sino que se van innovando de acuerdo con los cambios en el mercado.

Recordó que tras la cancelación de las ferias de Leipzig y Londres, los organizadores de la feria de Fráncfort, junto con las autoridades alemanas, optaron por realizar una feria pequeña pero segura, con medidas como la ampliación de los pasillos, boletos digitales y formularios que deberán llenar los visitantes, para saber quién entra y poder rastrear en caso necesario, y aún se trabaja en la parte digital.