unque sea evidente, conviene recordar de vez en cuando que el voto del magnate vale en las urnas igual que el de sus más modestos trabajadores, con el agravante de que éstos son muchísimos más.

Claro está que detentar el poder y manipular muchos medios de información permite a unos influir sobremanera en los otros para orientar debidamente su voto. Con ello se ha logrado con frecuencia que la victoria electoral resulte ser de las minorías.

Así está planteada la confrontación que se ha forjado en este país nuestro, después de que se produjo hace dos años una suerte de levantamiento en urnas en favor del único candidato que proclamó el cambio de una sociedad que estaba ya hasta la madre de desfiguros, latrocinios y traiciones a la patria.

¿Hasta dónde habrá llegado el machacar constante en su contra de medios de comunicación, corrillos pomadosos, púlpitos, aulas de universidades privadas y hasta públicas y no pocos intelectuales de prestigio? Pues tardaremos menos de un año en saberlo.

Hay que reconocer que han ayudado algunas decisiones impopulares –justas o no– y tal vez el uso excesivo de la misa mañanera, mas por otro lado cabe reconocer que también hay gestiones de gran atractivo popular. Podemos decir que la atingencia ayuda y el uso del poder desgasta…

Creo que podemos suponer que los desfiguros y divisiones internas de Morena no ayudan y debilitarán esta formación política en la próxima legislatura. Hay una verdadera esperanza de que los diputados pejistas sean muchos menos… Sin embargo, tal parece que se confía más en la Divina Providencia que en una acción política bien orquestada.

Pongo por caso la pretensión de apagar la verdaderamente enorme hoguera de corrupción que se ha empezado a exhibir, que implica –además de haber malbaratado las riquezas de la patria– millones y millones, con un chorrito como viene a ser un donativo de cachirul para una campaña política…

¡Claro que también es indebido! Pero en términos eclesiásticos viene a resultar la equivalencia de un pecado que debe castigarse con un par de padresnuestros o, si se prefiere, con un donativo para los pobres, con otro que merece simple y sencillamente la excomunión.

Pero lo que está también a favor del Presidente son las acciones contraproducentes de ciertos grupos que han perdido de vista la realidad nacional, como ese entusiasmo por recorrer las calles en vehículos de lujo, tocando la bocina desaforadamente para hacerse notar.

Muchos periodistas se han fijado en la cara de entusiasmo de los y las tripulantes de los vehículos (que son cuando mucho unas decenas) mas no en el rencor de los miles que los ven pasar. Tampoco perdamos de vista la propaganda boca a boca, o celular a celular, que ofrece ejemplos de verdadera estulticia contraproducente que no tienen desperdicio. Ahí va un ejemplo que guardaré como un tesoro…

Entre otras cosas, dice que el próximo domingo hay una acción decisiva para el presente y el futuro de nuestro país. En el Zócalo millones de ciudadanos (¿cómo cabrán?) le exigirán al Presidente la renuncia. Pero aquí viene lo mejor: “Sabemos que el Presidente pertenece a la logia masónica luciferina, la cual rinde culto a Satanás… Sabemos que ha mandado a todas las dependencias de gobierno a hacer un ritual masónico… todos los días a las 12… y muchas otras acciones que van en contra de nuestra fe… Creo que Dios y Nuestra Madre son los únicos que pueden echar al demonio de nuestra patria”.

Estaremos de acuerdo en que, con tales enemigos, es difícil que la 4T no salga adelante…