Sábado 29 de agosto de 2020, p. 30
Entre los elementos del nuevo sistema agroalimentario y nutricional que será base de una alimentación sana, está el retiro de los plaguicidas altamente peligrosos, entre los cuales destaca el glifosato para 2024
, señaló Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria y Competitividad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
El funcionario ha destacado en diversas ocasiones el daño que los agroquímicos generan a la salud de las personas, al ambiente, a los suelos y a las abejas, así como la necesidad de acelerar el tránsito hacia la agroecología y el papel que juega en esta estrategia el apoyo a los pequeños y medianos productores.
Dichos productores, muchos de los cuales son de pueblos originarios, generan 54 por ciento del valor de la producción agrícola nacional y 85 por ciento del empleo rural, y son capaces de incrementar su aportación y llegar a 70 por ciento de la producción, aseguró.
Suárez Carrera ha expresado su rechazo a los agroquímicos en las conferencias en Palacio Nacional y en las redes sociales; insiste en que el uso del glifosato está muy ligado a las trasnacionales agroalimentarias, representadas por los voceros del Consejo Nacional Agropecuario, que se resisten al cambio en curso hacia un sistema alimentario justo, saludable, sustentable, con soberanía alimentaria y sin captura del presupuesto por unos cuantos, como ocurrió bajo el régimen neoliberal
, señaló en Twitter.
También se ha referido al debate generado en torno al uso del glifosato y el expediente elaborado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología sobre el herbicida. “Lo que Bayer-Monsanto y su agente de ventas en México no quieren que sepas sobre el glifosato. Descarga la quinta Antología Toxicológica sobre el glifosato, edición 2020. Contiene cientos de artículos científicos”, conminó a leerlos en la misma red.
Detalló que el nuevo sistema alimentario y nutricional es una tarea multisectorial y multinstitucional que responde también a una instrucción del Presidente para que se coordinen las secretarías de Medio Ambiente, Salud, Educación, Bienestar y Agricultura y sistemas de investigación, académicos, sociedad civil y organismos internacionales para construir un programa especial de mediano plazo
.
La estrategia incluye el etiquetado frontal en alimentos y bebidas ultraprocesadas, prohibir la siembra maíz transgénico, una campaña de vida saludable, el retiro de plaguicidas y la regulación de la publicidad engañosa en alimentos, acciones coordinadas por el Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad.