Después de que el director del servicio de emergencias 911, David Pérez Esparza, señaló que entre 50 y 60 por ciento de los homicidios dolosos contra mujeres estarían relacionados con el crimen organizado, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y Nos Queremos Vivas Neza demandaron estudios a fondo para conocer qué acredita lo anterior, pues, aseguran, son cálculos que a veces se hacen para no investigar los feminicidios.

María de la Luz Estrada, coordinadora general del OCNF, agregó que cuando las mujeres están implicadas en bandas criminales en la mayoría de los casos son las de menor rango y otras son jóvenes víctimas de explotación.

En el estado de México, ejemplificó, a todas las mujeres asesinadas las implicaban con la delincuencia, después nos dimos cuenta de que eran adolescentes y niñas víctimas de violencia, a quienes enamoran, obligan a vender droga, las violan y matan.

Sólo si las autoridades tienen un análisis de contexto de los factores que acreditan que más de la mitad de los homicidios dolosos de mujeres están ligados con el crimen organizado, van a poder generar su política de prevención del delito, por qué las jóvenes están incursionando y bajo qué planteamientos estás diciendo esa hipótesis. Pero esto no quita que sea un feminicidio y que la autoridad lo tenga que investigar.

Mencionó que la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el caso de Mariana Lima establece que toda muerte violenta debe investigarse como feminicidio.

Para Karina Bolaños, de Nos Queremos Vivas Neza, la relación entre homicidios dolosos contra las mujeres y el crimen organizado puede ser una estrategia política del Estado para minimizar el problema. En muchos casos, agregó, por este vínculo se da carpetazo a las investigaciones.

Mencionó que el caso más explícito en este contexto ha sido el de Danna Reyes, de 16 años, asesinada en Mexicali, Baja California, quien ha sido criminalizada por el fiscal local, Guillermo Ruiz, por los tatuajes de la joven. Es bastante absurdo como argumento para decir que eso genera que nos maten, a partir de ese tipo de señalamientos que las mismas autoridades sostienen y que además insisten en seguir proyectando hacia la opinión pública.