Deportes
Ver día anteriorMartes 1º de septiembre de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Pérdidas incalculables

Esta crisis alerta a la LMB para no depender de la taquilla: Diablos Rojos
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de septiembre de 2020, p. a12

Las pérdidas por la cancelación de la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en 2020 son incalculables. Para un equipo grande como Diablos Rojos involucra la inversión para la campaña, un estadio recién estrenado en 2019, recursos humanos y mantenimiento de instalaciones, explica el presidente ejecutivo de la institución, Othón Díaz. Todo un plan de crecimiento interrumpido por la pandemia de coronavirus que hizo inviable el torneo.

La LMB fue clara desde que se planteó el deporte a puerta cerrada como única opción posible en estos tiempos. Sin público es irrealizable, fue la postura contundente, y derivó en la cancelación de la temporada de este año.

Esta crisis nos puso alerta sobre las necesidades de planear la liga para no depender sólo de la taquilla y la venta en los estadios, indica el doctor Díaz; lamentablemente la disparidad financiera entre los equipos nos complica desarrollar planes equitativos de modernización.

Si algo no puede medirse es el golpe simbólico que recibió la LMB en sus planes de crecimiento y la constancia, pues no se había interrumpido ni en momentos álgidos. La huelga de peloteros en 1980 no detuvo el torneo, pero con una pandemia que paralizó al mundo, el beisbol mexicano no tuvo alternativa.

A pesar del golpe tan duro de cancelar la temporada, mantenemos el interés de nuestra afición y nuestros patrocinadores, comenta Díaz; conservamos el atractivo para los patrocinios, tenemos planes de comercialización aun cuando las circunstancias siguen inciertas.

El trabajo arduo en redes sociales para mantener la atención de su afición leal y buscar nuevos nichos de público parece ir por buen camino, señala el directivo. Algunos contenidos son exclusivamente relacionados con el juego, pero han incluido otros que tienen que ver con las necesidades de esta época: entrenamientos virtuales y recomendaciones sanitarias.

Hay que informar sobre esos temas, porque la apuesta es volver a los estadios con gente, plantea el doctor Díaz; esperamos que las condiciones lo permitan y eso exigirá nuevas reglas de convivencia en esos espacios y esas actividades.

El dilema sobre la dependencia de este torneo respecto a lo que paga el consumidor en la taquilla y los insumos dentro de los estadios aún se discute. Hay equipos con finanzas robustas y planes más ambiciosos que pueden hacer frente a contingencias. Pero, en contraste, otras instituciones tienen complicaciones presupuestales y, por tanto, de visión a futuro.

Por un lado, contamos con equipos que pueden tener contratos con televisoras y desarrollos de mercadotecnia, mientras otros sólo sobreviven con sus ventas en días de juego, expone; ahora han llegado nuevas cabezas a algunas instituciones y eso facilita una mejor planeación para renovar la LMB.

Díaz piensa en las ligas más desarrolladas en Estados Unidos, donde a pesar de las disparidades han logrado hacer torneos más equitativos y atractivos. Ese, espera, será el futuro de la LMB.