El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), como promovente del Tren Maya, debe presentar el proyecto integral del plan para determinar los impactos ambientales e impulsar el ordenamiento ecológico regional, señala la Federación Mexicana de Colegios de Biólogos en su opinión técnica sobre la manifestación de impacto ambiental (MIA) de la fase 1, que está en evaluación en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

No hay razones para haber dividido el proyecto en etapas para hacer la manifestación de impacto ambiental, ya que esto impide al consultor hacer una adecuada evaluación, indica el análisis.

Agrega que se debe evitar que el trazo actual o futuro de tramos de vías férreas sea a través de los territorios comprendidos en el Sistema de Áreas Naturales Protegidas o de tierras privadas destinadas a la conservación y que en la delimitación del Sistema Ambiental Regional hay insuficiencias, omisiones y debilidades técnicas, además que en la MIA se obvió todo lo relacionado con la fragmentación del hábitat y los linderos de las cuencas hidrográficas y cuencas atmosféricas, con la distribución geográfica de los ecosistemas ambientalmente sensibles, en particular de las cavernas y los cenotes.

Estas fallas se agravan al considerar que los trabajos de prospección en campo fueron de alcance limitado, en particular los muestreos de flora y fauna se realizaron en espacios temporales estrechos, dice; tampoco se consideran impactos de la operación de carga del tren.

Para resolver las limitaciones de carácter técnico y de procedimiento en la evaluación del impacto ambiental y que la autoridad cuente con todos los elementos a fin de emitir una respuesta apegada al marco jurídico, los biólogos recomiendan que Fonatur solicite la elaboración de una evaluación ambiental estratégica, sin plantear acciones que tengan como fin alterar las aptitudes y vocaciones territoriales para generar modelos de uso de suelo proclives al proyecto.

Además, plantean la necesidad de elaborar un ordenamiento ecológico regional de competencia federal que abarque la totalidad de los ecosistemas afectados por el proyecto.

Por su parte, el Instituto Nacional de Antropología e Historia desplegó cuadrillas de salvamento arqueológico en la ruta por la que pasará el Tren Maya, para detectar vestigios y zonas arqueológicas que no estén registradas y evitar daños por la obra. Se usan vuelos Lidar con drones equipados con láser que permite escanear grandes extensiones de terreno, se indicó ayer por medio de los videos semanales de avances de obras que son difundidos en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.