El gobierno federal ofreció construir un monumento en memoria de los mineros muertos con la explosión en la mina Pasta de Conchos a cambio de modificar el plan de rescate de los 63 cuerpos que siguen atrapados, lo que –se dijo a las familias de algunas víctimas– implicaría un gasto de 75 millones de dólares.

Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con los familiares de 39 de los 65 mineros que fallecieron al interior de la mina –operada por Grupo México, de Germán Larrea– en un percance ocurrido el 19 de febrero de 2006 en la región de Nueva Rosita, Coahuila. Se trató del primer encuentro entre el mandatario y familias de Pasta de Conchos, al que también acudieron la secretaria del Trabajo Luisa María Alcalde y el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación Alejandro Encinas.

Asistentes a la reunión señalaron que, si bien se reafirmó el compromiso asumido por el mandatario el primero de mayo de 2019 de trabajar en el rescate de los cuerpos, se les presentaron también otras opciones, como una indemnización de 3.7 millones de pesos por cada fallecido y la reparación comunitaria del daño (educación, salud, trabajo y opciones de desarrollo deportivo).

Después del encuentro, que se realizó en el salón Tesorería de Palacio Nacional, López Obrador difundió en Twitter una fotografía e informó: nos reunimos con familiares de los trabajadores que quedaron sepultados en la mina Pasta de Conchos. El propósito es cumplir el compromiso del rescate de los cuerpos y analizar otras opciones para hacer justicia. Ellos decidirán, ojalá sea por consenso.

Es de recordar que tras más de 14 años de aquel accidente, se ha dado una escisión entre las familias, por lo que el otro grupo de familiares –que es acompañado por diversas organizaciones civiles y que ha llevado el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos– no estuvo presente en la reunión con el mandatario.