Los países más ricos del mundo ya amarraron la compra adelantada de 2 mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, aunque el producto final todavía tarde ocho o más meses para salir al mercado. Gran Bretaña y Estados Unidos cuentan con el compromiso de obtener prácticamente cinco vacunas per cápita cada uno.

Por el contrario, las naciones menos desarrolladas, que requerirían como mínimo otros 2 mil millones de dosis, sólo han afianzado suficientes biológicos para inocular a menos de una cuarta parte de sus poblaciones, según apunta Mario Campa, catedrático del Tec de Monterrey campus Sonora.

Según los análisis de las estadísticas de revistas científicas y organizaciones multilaterales, el economista reconoce que en este contexto de peligrosa desigualdad, en México y los demás países de América Latina y el Caribe la brecha es menor, ya que tendrían poco menos de una dosis per cápita, gracias al convenio argentino-mexicano que fabricará y envasará las vacunas que desarrolle Astra Zeneca, quizá el proyecto que está más avanzado en la fase experimental tres. El programa es financiado por la Fundación Slim.

Lo que la OMS intenta hacer mediante el fondo Covax es equilibrar la distribución para que haya un piso mas parejo y las naciones más pobres no queden al final de la cola cuando finalmente la vacuna salga al mercado, añade Campa.

Son diversas las fuentes que advierten que los menos desarrollados corren el riesgo de no alcanzar suministros suficientes para sus poblaciones, pero a la fecha, las buenas intenciones de la comunidad internacional no han ido más allá de la retórica.

Con el fondo Covax se han comprado por adelantado 300 millones de dosis. Para una cobertura mínima de las poblaciones de los países de menores recursos –60 por ciento de la población mundial– se necesitan 2 mil millones adicionales y 18 mil millones de dólares más de donantes para garantizar esa adquisición.

Datos publicados por la revista Nature en su última edición reportan que a mediados de agosto, Estados Unidos aseguró en precompra 800 millones de dosis de por lo menos seis proyectos en desarrollo, con la opción de adquirir mil millones más. Reino Unido, con una población de 67 millones, ya tiene precompradas 340 millones de dosis. Los países de la Unión Europea y Japón no se quedan atrás con estas operaciones comerciales de acaparamiento adelantado.

Reto mayúsculo

Mario Campa señala que el fondo Covax compite en condiciones desventajosas para la precompra de vacunas para los más pobres.

Sería muy miserable que las poblaciones que están en mayor riesgo de contagiarse y morir, las que viven en condiciones de mayor hacinamiento, las que se mueven siempre en transporte público, las que no tienen acceso a servicios médicos especializados, queden al final de la fila. Covax –considera– es un buen mecanismo para enfrentarnos el mayúsculo reto de garantizar una distribución equitativa en todo el mundo, pero también entraña un potencial conflicto de intereses. (Versión ampliada en La Jornada en línea).