De 2002 a 2018, las universidades públicas estatales han realizado 65 reformas a su sistema de régimen de pensiones que les ha significado importantes ahorros de pasivos contingentes, pero aun así enfrentan insuficiencia presupuestaria y crisis financieras recurrentes, ante el muy complicado reto de alcanzar 50 por ciento de cobertura para finales de 2024. Actualmente este porcentaje raya en 40 puntos.

Rectores y comunidades universitarias están a la espera de saber cómo les irá en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, a presentarse en estos días, luego de un año sumamente complicado e inédito a consecuencia de la pandemia del Covid-19, y varios más de estancamiento e incluso reducción presupuestaria.

En 2019, el presupuesto a la educación en general representó 3.1 por ciento del PIB, cuando en 2013 había sido de 3.7. En el caso de la educación superior, en 2013 se estableció en 0.62 por ciento, pero actualmente apenas alcanza 0.5.

En las últimas dos décadas se han incorporado a las aulas poco más de 2 millones de estudiantes en los niveles de técnico superior universitario y licenciatura, lo que ha permitido alcanzar una matrícula de poco más de 4.2 millones de alumnos, y una tasa bruta de cobertura entre los jóvenes de 18 a 22 años de 39.6 por ciento.

Durante este lapso, la cobertura en este nivel se incrementó 117 por ciento, mientras el presupuesto federal apenas lo hizo en 65 por ciento en términos reales, de acuerdo con un diagnóstico de la Anuies, que advierte que el esfuerzo de las universidades por aumentar su matrícula y calidad educativa no ha ido a la par de un compromiso de los gobiernos federales.

Así, ante las recurrentes insuficiencias presupuestarias, las universidades, con apoyo federal, han recurrido a modificaciones a su sistema de pensiones con efectos favorables a sus finanzas. Entre 2002 y 2018 la Federación ha aportado subsidios por 14 mil 486 millones de pesos para este programa de restructuración, que le ha representado una reducción en los pasivos contingentes de los sistemas pensionarios por una cantidad superior a 674 mil millones de pesos.

De acuerdo con datos y análisis de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, organización que aglutina a la mayoría de los sindicatos universitarios del país, este programa ha sido sumamente rentable para el gobierno federal, porque por cada peso que ha puesto ha tenido un ahorro significativo de 47 pesos. Aun así, este programa está a revisión en el proyecto de presupuesto para 2021.