La recuperación de la actividad económica comenzará a observarse a partir del próximo año en las regiones cuya actividad está más orientada al mercado exterior, las cuales se beneficiarán de un mayor dinamismo de los principales socios comerciales del país y del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), expuso Daniel Chiquiar Cikurel, director general de Investigación Económica del Banco de México (BdeM).

Al presentar el Reporte sobre las economías regionales abril-junio de 2020, elaborado por el banco central, señaló que el desempeño de las regiones más vinculadas al mercado interno dependerá en mayor medida de la evolución del empleo y de la demanda interna.

Para apoyar la recuperación e impulsar el crecimiento a largo plazo resulta imperativo seguir trabajando en todas las regiones en corregir los problemas institucionales y estructurales que han propiciado bajos niveles de inversión y que han impedido a las regiones aumentar su productividad, refirió.

Señaló que en el segundo trimestre de 2020 se acentuaron notoriamente las afectaciones a la actividad económica ocasionadas por el Covid-19 y las acciones puestas en marcha para su contención.

La caída de la actividad económica nacional que se observó en la producción fue en todas las regiones del país, extendiéndose al comercio, construcción, las manufacturas, la minería y el turismo.

En torno al empleo, el funcionario indicó que los trabajadores formales de entre 15 y 19 años de edad fueron los más perjudicados respecto de otros grupos de edad, por tener baja experiencia y ser los de menores salarios.

En abril, el número de puestos de trabajo afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social registró una profunda caída en todas las regiones del país. Entre mayo y julio, este indicador siguió disminuyendo de manera más moderada, excepto en el norte, donde se observó una ligera expansión hacia el final de este periodo.

Remesas siguen creciendo

Daniel Chiquiar, al hablar sobre el comportamiento de las remesas que pese a la pandemia han mostrado una tendencia ascendente, explicó que esto se debe, en parte, a los apoyos que se han puesto en práctica en Estados Unidos como los beneficios por seguro de desempleo, que son más de 100 por ciento de un salario de un trabajador mexicano. Eso ayudó a los flujos de remesas hacia México.

Durante los meses de confinamiento, el gobierno estadunidense otorgó a las personas que perdían su empleo un subsidio de 600 dólares semanales, que concluyó en julio.

A pesar de la pandemia, las remesas provenientes de Estados Unidos han mostrado resiliencia y han continuado creciendo, dijo el directivo del banco central. En particular, se observa que pese a las fuertes reducciones del empleo de los mexicanos en diferentes estados del país vecino, la caída no ha sido homogénea y en algunos ha sido más fuerte y en otras en menor medida. En nueva York, cayó el empleo fuertemente y en Texas, Arizona y California fue menor.

Para los próximos 12 meses en todas las regiones de México se registrará una mejoría en las expectativas de los empresarios respeto de la demanda por los bienes y servicios que ofrecen. No así en cuanto a número de trabajadores e inversión en activos fijos.