Ignacio Rivero, actual mediocampista de Cruz Azul y otrora jugador de Xolos, aseguró que el duelo de este domingo entre ambas escuadras será bastante complicado, toda vez que el estadio Caliente es una plaza jodida, cuya cancha sintética no es del agrado de los futbolistas; no obstante, confió en que su experiencia en dicho campo podrá ser de gran ayuda para los celestes.

Sé que Tijuana es una plaza jodida, a los equipos no les gusta ir a jugar ahí por el pasto sintético, pero conozco muy bien la cancha y no tengo dudas de que haremos un gran partido, debemos tener la convicción y la confianza de que así será, declaró ayer en una conferencia de prensa virtual.

Por otro lado, el volante uruguayo indicó que pese a marchar como sublíder del torneo Guardianes 2020, con 19 puntos, el conjunto cementero no ha llegado a su tope futbolístico, pues todavía tiene muchos detalles qué perfeccionar. “Siempre debemos pensar de forma positiva, en mejorar e ir hacia delante, pulir detalles, hay que afinar también en los últimos metros, pues llegamos, creamos situaciones y a veces fallamos, pero seguimos trabajando, este equipo no tiene techo.

Aunque tenemos muy buenas virtudes dentro del plantel, obviamente siempre hay algunas falencias que debemos corregir, pero vamos por buen camino, soñamos en grande, comentó.

Tras haber sido capitán de los Xolos de Tijuana, Rivero fue considerado por primera vez en el once inicial de Cruz Azul apenas el pasado miércoles, en el triunfo 1-0 ante el Pachuca, situación que no lo hace caer en la desesperación.

La titularidad es un proceso, es un trabajo de día a día, el cual requiere de no bajar los brazos, tener paciencia y esperar el momento adecuado. Sé muy bien que el equipo ya tenía un sistema de juego muy bien definido, era yo quien venía de afuera y debía adaptarme, todo eso lleva tiempo, y me siento muy feliz por haber jugado el otro día, estoy consciente de que debo seguir trabajando, aseveró.