La industria de bares, discotecas y centros nocturnos está al borde de la quiebra luego de seis meses de permanecer cerrada debido a la pandemia de Covid-19, tiempo en el que ha dejado de percibir 120 mil millones de pesos en todo el país y en el que las deudas no han cesado, de acuerdo con Helking Aguilar Cárdenas.

En entrevista con La Jornada, el presidente del consejo directivo de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (Ambadic), comentó que la situación es extremadamente complicada, pues debido al cierre por la enfermedad, que ha causado estragos en todas las actividades económicas, están en riesgo 560 mil empleos directos y otros 300 mil empleos indirectos que corresponden a otros sectores paralelos.

Detalló que los lugares más afectados son la Ciudad de México y los estados de México, Guerrero, Puebla, Nuevo León y Quintana Roo, aunque en esta última entidad es más notorio en Cancún y Playa del Carmen.

Destacó que mensualmente este sector percibe 20 mil millones de pesos, por lo que en medio año de permanecer cerrados los negocios de la vida nocturna han dejado de generar 120 mil millones de pesos.

Sobre si existe el riesgo de cierres definitivos, Aguilar Cárdenas dijo que si a final de año no se reactiva el sector, se perderán hasta 6 mil negocios de los 8 mil que existen a nivel nacional.

El empresario comentó que la Ambadic busca que en las 32 entidades se vuelvan a abrir los establecimientos a 40 por ciento de la capacidad. No se trata de hacer negocio, sino de salvar negocios.

Destacó para ese sector la recuperación económica va a tomar, una vez que vuelva al 100 por ciento la normalidad, por lo menos entre 6 y 8 meses para estar al nivel que teníamos antes de la pandemia.

Mencionó que con el tope de 40 por ciento, los bares, centros nocturnos y discotecas no generan utilidades, pero es una bocanada de aire fresco para evitar que se pierdan empleos, reactivar su plantilla laboral y no seguir desembolsando dinero, ya que están “al full” de créditos por pagar y otras deudas, por lo que la industria está literal, al borde de la quiebra.

Inquirido sobre a cuánto puede ascender la inversión que deben hacer los empresarios de ese sector para abrir, señaló que sería de entre 50 y 70 mil pesos.

Destacó que la totalidad de los empresarios están dispuestos a hacer un esfuerzo para conseguir el dinero que se requiere para reabrir, porque será un respiro para los negocios de la vida nocturna.

Apuntó que en algunos lugares del país este tipo de negocios han comenzado a abrir con limitantes como es el caso de Puerto Vallarta. En la Ciudad de México la iniciativa para operar como restaurante, dijo, es poco viable, pues deben competir con negocios que nacieron bajo ese concepto en el mismo horario.

Señaló que sólo 3 por ciento de los establecimientos accedieron a esa opción, pero la mitad de ellos no lo han hecho porque no es factible.

El directivo mencionó que se enfrentan al surgimiento de fiestas y lugares clandestinos, sin medidas de seguridad como las que ofrecería el sector formal, por lo que consideró que es necesario reabrir.