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Denuncian abusos de agentes de la FGJEM durante desalojo del inmueble
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 13 de septiembre de 2020, p. 21

Ecatepec, Méx., “Nos lanzaron sillas, jalaron los cabellos, a varias nos tumbaron al suelo, nos patearon, al tiempo que nos gritaron: ‘ya valieron madre’; los niños lloraban, creí que nos iban a matar”, narra María Estefany Rodea Sánchez, de 28 años, quien dio su testimonio de la agresión de agentes la Fiscalía General de Justicia del estado de México (FGJEM), durante el desalojo de un grupo de mujeres que el jueves, durante 10 horas, ocuparon las instalaciones de la Visitaduría General de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) con sede en esta demarcación.

¡Culeras, ahora sí nos las vamos a llevar!, fueron algunos insultos que espetaron agentes ministeriales al ingresar a las oficinas de la Codhem, para lo cual dos agentes cargaron un mazo gigante y entre los dos lo lanzaron contra la puerta de la visitaduría, comentó.

Zaida Ruiz del Río, representante legal de las afectadas, comentó que este fin de semana se integran expedientes para presentar una denuncia penal colectiva para el deslinde de responsabilidades y exigir castigar a los responsables de la violencia contra las desalojadas de instalaciones de la Codhem.

Dijo que hubo abuso de autoridad, robo de celulares, de credenciales oficiales y violación a los derechos de las mujeres.

Las integrantes de distintos colectivos ocuparon el edificio de la Visitaduría General de Ecatepec para exigir respuesta a sus quejas y demandas de parte de las autoridades estatales y del municipio, y también, en solidaridad con sus compañeras que se encuentran en la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Estefany dijo que los ministeriales que ingresaron tomaron las sillas y las lanzaron contra las activistas. Al principio eran hombres, pero luego entraron mujeres agentes, y también las comenzaron a golpear.

Nosotras no quisimos resistirnos a la detención porque había niños y niñas que gritaban de miedo; entonces nos comenzaron a jalar, tratamos de abrazarnos entre nosotros, así protegimos a la embarazada y a los menores; pero nos trataron de separar, narró la testigo de los hechos registrados dentro del edificio de la Codhem.

Dijo que al tiempo que el grupo salía del edificio recibían puntapiés, que algunas mujeres cayeron al piso. Yo abracé a una niña de 6 años y a un niño de 13, sentí cómo me jalaban del pelo y nos llevaron afuera del edificio, y en la calle nos formaron frente a una barda y ahí nos siguieron insultando y pateando.

Los agentes, continuó, dividieron a las detenidas, las obligaron a subir a camionetas sin logotipos o identificaciones oficiales. A siete menores trataron de separarlos de sus madres, y fue cuando un niño comenzó a llorar y se desmayó.

Estefany aseguró que los agentes gritaron: ¡zorra! a una de sus compañeras de 16 años –víctima de trata–, enseguida un agente comenzó a hacerle tocamientos a la joven, quien llevaba en brazos a un menor. Dijo que la activista Kika Flores descendió de una camioneta para subir a otra donde iba la joven y la abrazó para protegerla, en este acto la mujer fue golpeada.

Durante el trayecto hacia la agencia del Ministerio Público de Atizapán, varias detenidas fueron puestas bocabajo en la batea de las camionetas y encima de ellas se sentaron seis mujeres policías y así se fueron durante el trayecto al municipio atizapense.

En un auto de alquiler, Celso David Martell Aguilera, familiar de una activista, siguió el convoy que trasladó a 11 mujeres, dos hombres y siete menores hacia la agencia ministerial de Atizapán. Dijo que al llegar al Centro de Justicia preguntó por la situación legal de las detenidas, pero no tuvo respuesta.

Celso refirió que un agente lo tomó del brazo y lo llevó afuera del inmueble de la FGJEM, protegido por policías, al tiempo que decía: Este güey también le estaba echando estilo; de inmediato fue cercado por los oficiales, quienes lo tumbaron al suelo y lo comenzaron a patear .

Pensé que me iban a matar, comenta Celso, quien tras la golpiza fue ingresado a las galeras de la agencia, donde recibió un golpe con un palo que le abrió la cabeza.

Este sábado Celso, de oficio músico, presentó una denuncia penal por abuso de autoridad, lesiones y robo, pues fue despojado de un bajo y su cartera.