Nueva York., Si tienes mucha suerte, un día Chick Corea te hará un retrato. Como es un músico formidable, estará hecho completamente de notas musicales.

A Corea le gusta invitar a voluntarios al escenario durante sus conciertos como solista, sentarlos cerca de su piano y crear poemas sinfónicos espontáneos totalmente subjetivos sobre la persona.

Empieza como un juego tratar de captar algo que veo en música. Mientras juego, los veo un par de veces, como haría un pintor. Trato de ver si están de acuerdo con lo que toco. ¿Piensan que es realmente un retrato de ellos? Usualmente sí, cuenta.

Dos de estos retratos vívidos se incluyen en su nuevo álbum doble Plays, que capta a Corea en varios conciertos armado sólo con su piano. Ha dado conciertos como solista desde 1971 y le gusta la pureza del instrumento.

Como a un corredor le gusta correr simplemente porque se siente bien, a mí me gusta el piano sencillamente porque se siente bien. Puedo cambiar velocidades e ir en otra dirección o a otra canción o a lo que sea que quiera. Es un experimento constante, expresa.

El nuevo álbum doble es una mirada al corazón musical de Corea, con canciones sobre niños que escribió hace décadas, así como piezas de Mozart, Thelonious Monk y Stevie Wonder. Mi amor por ellos es ahora, asegura vía telefónica desde su casa en Florida. Cuando llevo eso al escenario y lo mezclo, es totalmente natural para mí.