Lunes 14 de septiembre de 2020, p. 27
Londres. Dos ex primeros ministros británicos que fueron claves para llevar la paz a Irlanda del Norte instaron ayer al Parlamento a rechazar los planes del gobierno de ignorar el acuerdo del Brexit con la Unión Europea (UE), al asegurar que se pone en peligro la paz y se daña la reputación británica.
En un artículo publicado en The Sunday Times, John Major y Tony Blair arremetieron contra el actual gobierno por avergonzar
al país con un proyecto legislativo que contradice partes del acuerdo firmado para una salida suave de la Unión Europea (UE).
El conservador Major fue primer ministro entre 1990 y 1997; Blair, su sucesor del Partido Laborista, gobernó una década. En el artículo afirmaron que la Ley de Mercado Interno del premier Boris Johnson pone en duda la misma integridad
de Reino Unido”.
Esta acción es un bochorno para el gobierno y avergüenza a nuestra nación
, añadieron en el texto.
El proyecto de ley que será debatido esta semana en el Parlamento ha provocado indignación en la UE porque socavaría la supervisión acordada del bloque sobre el comercio entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte si no se consigue un acuerdo comercial con Bruselas.
El gobierno británico ha admitido que la medida incumpliría el derecho internacional, pero alega que es una garantía en caso de que no se consiga un acuerdo con la UE para fin de año. Johnson ha dicho que la ley hace falta para poner fin a las amenazas de la UE de imponer un bloqueo
en el Mar de Irlanda, lo que según el primer ministro podría desguazar nuestro país
. Los líderes de la UE han rechazado tajantes esa acusación.
El gobierno británico no ha dado visos de cambiar de rumbo y hay firmes preocupaciones de que las conversaciones sobre un acuerdo comercial entre Gran Bretaña y la UE puedan colapsar en cuestión de semanas. Si eso ocurre, ambas partes impondrían aranceles y otras trabas comerciales al comenzar 2021.
Reino Unido dejó la UE el pasado 31 de enero, pero está en un periodo de transición que en la práctica le permite beneficiarse hasta fin de año del comercio sin aranceles en el bloque mientras se negocian los nuevos términos. Incluso antes de esta disputa, las conversaciones entre el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, y su homólogo británico, David Frost, habían tenido pocos avances.
Una pieza clave del acuerdo de salida del Brexit es la llamada salvaguarda irlandesa, que asegura una frontera abierta en la isla para proteger el acuerdo de paz en Irlanda del Norte.
El asunto fue motivo de choque en los más de dos años de negociaciones que requirió el acuerdo del Brexit, ya que la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda es la única terrestre entre Reino Unido y la UE.
El bloque europeo quería garantías de que la frontera no se utilizaría como ruta disimulada para enviar a Irlanda productos sin las pertinentes licencias desde Gran Bretaña, formada por Inglaterra, Escocia y Gales. Como resultado, ambas partes acordaron que habría alguna clase de frontera regulatoria entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña.
Major y Blair –ambos se opusieron al Brexit– dijeron que la norma que prepara el gobierno pone en peligro el acuerdo del Viernes Santo de 1998, que puso fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte.
Señalaron que la ley niega la certidumbre, la estabilidad política y la claridad legal que son cruciales en el delicado equilibrio entre el norte y el sur de Irlanda, la base del proceso de paz
.
No estaba claro si el Parlamento aprobaría el proyecto de ley, ya que varios miembros del Partido Conservador no estaban cómodos con la perspectiva de que el gobierno incumpliera el derecho internacional.