Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), pidió este viernes a los gobiernos de América Latina no retirar apresuradamente los apoyos económicos gubernamentales a los hogares y empresas que se han dado para enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia del covid-19, pues aún no termina la emergencia.

Durante un conversatorio virtual con Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la directiva señaló que el planeta se ha enfrentado con el choque más grande en la era de las posguerra. Pero, dijo, estamos en un lugar menos sombrío a diferencia de febrero y marzo cuando fue declarada la pandemia.

Destacó que hay pequeños retoños de recuperación, los cuales surgieron por las acciones sincronizadas de los gobiernos y bancos centrales. Los países han aprendido a funcionar mientras la pandemia sigue, puntualizó.

Mientras exista esta crisis con una recuperación parcial o incompleta, es vital mantener apoyo para los hogares, para los trabajadores, a las empresas y eso es lo que preocupa en el FMI, que ese apoyo necesario sea retirado antes de tiempo. En este instante, es absolutamente vital no retirar el apoyo, aludió al recordar que el fondo ha dado financiamiento de emergencia a 17 países latinoamericanos. Comentó que América Latina debe cuestionarse si las acciones para mitigar la crisis, como las medidas fiscales que han sido equivalentes a 8 por ciento del PIB regional, son para volver a la economía anterior o para la futura.

Mencionó que los países deben pensar en reformas estructurales como la consolidación fiscal en el mediano plazo, impulsar el crecimiento y eliminar obstáculos que lo impidan, así como restructurar la tributación. Georgieva consideró que la iniciativa privada y los gobiernos deben estar sentados del mismo lado de la mesa.

AL necesita crecer

Érick Parado, economista principal del BID, subrayó que para América Latina y el Caribe crecer es más importante que nunca, porque sólo así se reducirá la pobreza, ya que junto al África subsahariana, es el área con mayor desigualdad en el mundo.

Recordó que en 2019 sólo el producto interno bruto de la región fue de 0.1 por ciento, muy por debajo del promedio mundial de 2.9 por ciento o de Asia emergente que llegó a 5.5 por ciento.

En 2020, subrayó, América Latina y el Caribe caerá 9.4 por ciento respecto al año pasado. La caída más fuerte del mundo y sólo se recuperaría parcialmente en 2021. Remarcó que la recuperación en la región será en forma de letra U, más que V, con efectos devastadores . Tenemos la certeza de que la región saldrá mas endeudada, más pobre y más desigual.